UN PASEO BAJO LA LLUVIA EN EL PARQUE GARAJONAY.
Marzo de 2001.
Un grupo de 22
profesores de los colegios de San Sebastián, La Lomada, Hermigua, Agulo,
Vallehermoso y Valle Gran Rey, dos niños y tres
profesores del C.E.P., acompañados de Amparo, la guía, nos disponíamos a
emprender la marcha, cuando empezó a llover (no se puede decir de repente
porque ya lo había anunciado el hombre del tiempo). Esto no fue obstáculo para la excursión pues nos pusimos
bolsas de basura y ¡a caminar!.
A los pocos minutos
de marcha llegamos a la presa de Meriga, rodeada de laurisilva de valle pues
estábamos en el fondo del barranco.
Los árboles inundados por las aguas de la
presa se habían muerto y sus troncos saliendo del agua le daban un ambiente especial a ese lugar.
Hicimos
unos minutos de silencio para poder oír mejor los sonidos de la naturaleza: el
ruido del agua al caer en la presa, abejorros y diferentes cantos de pájaros
que hacían adivinar una gran variedad de aves habitando esos parajes.
La guía nos advirtió
que íbamos a entrar en una zona protegida a la que solo se podía ir
acompañados por personal del parque, y
que esto se hacía pocas veces para que
no se estropeara la vegetación, por lo tanto si te encuentras una mata
de ALGARITOFE, vence la tentación de coger unas hojas, limítate a olerlas en la
planta ... recordarás a tu madre
trayéndote un taza de infusión, o a las pastillas "de perra chica" de anís que
te daba en los días de fiesta (año 1958 aproximadamente).