martes, 25 de febrero de 2020

RUTA DE LA PIEDRA Y DEL AGUA.


RUTA DE LA PIEDRA Y DEL AGUA.
(PR-G 170)

Pontevedra. Galicia.

En octubre de 2019, hicimos un viaje a Pontevedra y como broche final un sendero precioso.
Vamos a situarnos en la Península del Salnés, que está entre la Ría de Arousa al Norte y la Ría de Pontevedra al Sur. Ésta debe su nombre a las salinas de la zona de A Lanzad, muy apreciadas desde la época de los romanos, ellos pagaban a sus soldados con sal, de ahí la palabra salario.

Nos vamos a los municipios de Ribadumia y Meis, accediendo por la autopista AG 41, que parte de la AP 9 (Autopista del Atlántico) y llega a Sanxenxo. Justo en la rotonda de la VG 4.2 debemos salir y tomar la EP 9507 por la derecha, hacia Cabeza de Boi, si queremos empezar en el Monasterio de Santa María de Armenteira. De lo contrario, al salir de la rotonda tomamos la VG 4.2 hasta la siguiente rotonda, que indica la salida a Barrantes, y justo a la derecha está el inicio de la ruta. Muy cerca de ahí tenemos la Oficina Municipal de Turismo de Ribadumia.
Nosotros decidimos empezar por el Monasterio, que es la parte más alta del sendero y el descenso no es muy pronunciado.

Entrada del Monasterio.

El Monasterio de Santa María de Armenteira fue declarado Monumento Histórico-Artístico en el año 1931.
Existe una leyenda muy peculiar sobre la fundación de este Monasterio. Parece ser que un matrimonio de gente noble, de la zona, no podía tener hijos y tanto le pedían a la Virgen ese don que, en sueños, les otorgaba tener muchos hijos espirituales. Lo que entendieron que debían dedicarse a la vida monástica, y para ello crearon dos conventos uno para hombres y otro para mujeres. De éste último se desconoce su existencia. El caballero Don Ero, que así se llamaba el noble, acondicionó uno de sus palacios y empezó con cuatro monjes, y más tarde tomó los hábitos. Esto sucedió en el siglo XI. Su fe era muy grande y pidió a la Virgen poder observar, aunque fuera unos segundos, el Paraíso. Yendo a orar en uno de sus bosques, se puso a escuchar absorto el canto de un pajarillo y cuando regresó al Monasterio nadie lo conocía y tampoco él conocía a nadie, hasta que el más viejo lo reconoció como San Ero el fundador. Habían pasado 300 años y al entender lo que había pasado se murió del susto, cosa que fue considerada como un milagro.
Desde el principio los monjes de este lugar pertenecían a la Orden Cisterciense, regida por normas muy estrictas de oración, silencio, austeridad y trabajo manual, generalmente agrícola, que les permitía tener una economía autosuficiente.
Al principio recibieron donaciones y tenían propiedades, que explotaban, con lo que podían pagar a sus trabajadores. Pero siempre fue un monasterio humilde que no pudo terminar su edificación hasta el siglo XVI.

Claustro.

Claustro y Torre de la Iglesia.

La Iglesia es de estilo cisterciense, románico gallego con algunos elementos mozárabe. Sus columnas son cuadradas, sus paredes no tiene adornos que distrajesen a los monjes, ni figuras, ni cuadros. Pero sí tiene un hermoso rosetón calado y funcional por donde entra la luz y el aire; y seis arquivoltas (arcos sobre la puerta principal)


Columnas en forma de prismas.

Cúpula rematada en un cuadrado.


Rosetón y arquivoltas.

Con la desamortización de Mendizábal, los monjes tuvieron que irse en 1837, permaneciendo en el olvido unos 150 años. No fue hasta 1961 cuando se empezó a restaurar los daños que el abandono ocasionó en los edificios. Y en 1989 una pequeña comunidad de monjas vinieron a habitar el lugar.

La Patrona del Monasterio es Santa María de Armenteira, conocida como Santa María de la Cabeza, en cuyo honor se hace una romería el lunes después de Pascua, a la que acude mucha gente con sus ofrendas pidiéndole la curación de todas las enfermedades de la cabeza.

Altar Mayor con Santa María de Armenteira.

Pues bien, el sendero que vamos a hacer servía para ir a esta romería, a la vez que daba acceso a los molinos de agua que bordean el Río Armenteira, afluente de Río Umia.

La RUTA DA PEDRA E DA AUGA, en gallego, hace alusión a las piedras de los molinos y al agua del río.

Pequeño salto de agua en el Río Armenteira.

Existe un sendero a cada orilla, nosotros cogimos el de la izquierda, quedándonos el río a la derecha.
Transcurre entre un bosque precioso de robles (Quercus rebur), avellanos (Corylus avellana), laureles (Laurus nobilis) y otros árboles desconocidos para mí. Esto unido al sonido del agua, que forman pequeñas cascadas, hacen del lugar un auténtico paraíso, igualmente nos estaríamos escuchando embelesados mucho tiempo.





Laureles (Laurus nobilis), molino y sendero.

En el primer tramo del sendero ya encontramos los molinos o muiños, lo que más llama la atención es la cantidad que hay. Aquí se molía el grano, tanto trigo, cebada o millo (En Galicia también se dice millo al maíz como en Canarias)
Las muchachas y los muchachos permanecían en el molino hasta que estuviera hecha su molienda, lo que servía para hacer una fiesta con sus cantos y bailes, de ahí el nombre del baile típico de Galicia, la muñeira.

Piedra de molino.

Hay muchos molinos restaurados, que se podrían utilizar como museos para explicar la cultura y la historia del lugar. Uno de ellos, el Molino A Capela está habilitado con aseos.
Algo curioso es que cada “muiño” tiene su nombre en un cartel al lado de la puerta, seguramente relacionado con su propia historia.

Cartel con el nombre del molino.


Molino restaurado.


Acequia de molino.




Cuando lleguéis a una intersección que dice Aldea Labrega, debéis ir porque se trata de una aldea de figuras de granito muy interesante.


Llegamos a una zona recreativa, donde se puede descansar y comer algo antes de llegar al final de la ruta, que transcurre ahora llaneando.
Nosotros terminamos antes de tener que atravesar la AG- 41, el que se anime puede llegar hasta la Oficina Municipal de Turismo de Ribadumia, fin de la ruta.

Habremos caminado 5,5 kilómetros aproximadamente, o 6,5 si es hasta el final, pero es tan agradable que parece menos.

Esta ruta se puede hacer con niños o personas mayores, atendiendo a sus limitaciones.
¡Ánimo, y a caminar!


CONSEJO: LEE CON ATENCIÓN EL CARTEL INFORMATIVO DE LA RUTA.

BIBLIOGRAFÍA:




lunes, 17 de febrero de 2020

GARABATO Y ROQUE CANO.


GARABATO Y ROQUE CANO.

(La Gomera- Islas Canarias)

Viernes, 24 de enero de 2020.


Mis amigos no habían estado en la base de Roque Cano, así que, con mucho entusiasmo empecé a ver la mejor manera de pasar por allí. Yo ya había caminado por Garabato y Roque Cano desde El Quebradón, pero supondría un problema regresar al punto de partida. Como dije en la entrada de “Caminando por pistas” no hay transporte público que pase por El Quebradón. Entonces la solución era hacer una circular. Eso sí sería nuevo para mí.

Circular: Subir por el barranco de Garabato, llegar a Cruz de Tierno y bajar por el sendero que pasa por Roque Cano.
En total son 9 kilómetros.

Se podría haber hecho al revés también, pero así tendríamos sol en toda el camino.

La ruta empieza en un pequeño parque situado al lado de la gasolinera a la entrada de Vallehermoso viniendo del norte. Fue construido en 1982, pero en la actualidad hay un proyecto del Ayuntamiento de demolición para hacer estacionamientos. Espero que no se lleve a cabo pues el asfalto volvería a ganar a los rincones verdes y de ocio, además de destruir los recuerdos de muchos niños y estudiantes de todo el municipio que pasaron por ahí. Yo recuerdo, también, que el alumnado de algunas promociones de EGB de Valle Gran Rey tuvieron que estudiar tercero y cuarto de ESO en Vallehermoso. En la actualidad está cerrada la Residencia Escolar Jaime Vega Hernández, y el IES Poeta García Cabrera y el CEIP Angel Moreno Urbano se han fusionado dando lugar al actual CEO en Vallehermoso.

Parque infantil, comienzo de nuestra ruta.

Las flechas indicativas nos van a ir orientando desde el principio por lo que no hay pérdida. Subimos por la carretera que dice a Garabato, en un par de metros hay una escalera entre las casas que va a acortar el camino, subimos por ella. Llegamos al cruce que baja desde La Pilarica por donde bajaremos de regreso.

Actividades agrícolas en la desembocadura del barranco de Garabato.

Seguimos subiendo por la pista del barranco de Garabato hasta llegar a un sendero que sube por el mismo centro del barranco, para ahorrarnos una gran curva, pero al final del mismo hay una subida muy pendiente que nos devuelve otra vez a la misma pista, y aquí se acaba el asfalto para regocijo de nuestros pies.
Por estas inmediaciones está el Risco de Garabato que alberga el mayor pinar natural (Pinus canariensis) de la Isla, auténtica reliquia natural que apreciaremos mejor en la bajada.

Sendero en el fondo del barranco de Garabato.

La subida es bastante descansada, ayudando mucho que todo el valle de este barranco está en sombras a estas horas de la mañana. Es un paseo bastante agradable.

El Quebradón al fondo, en forma de meseta.


Terminando la pista del barranco de Garabato.

Llegamos casi al final de la pista y se acabó el paseo, pues debemos subir por un sendero bastante pendiente hasta El Teón. Si hubiéramos seguido la pista llegaríamos a la presa de Garabato por donde hay otro sendero, que no estaba en buenas condiciones cuando pasé por allí, hace algunos años.
Cuando llegamos a El Teón, la vegetación era muy variada propia del fayal-brezal, como brezos (Erica arborea), hayas (Myrica faya), aceviños (Ilex canariensis), junto a los castaños (Castanea sativa), sin hojas en esta época. Como sorpresa nos encontramos los madroños (Arbutus canariensis) de la familia Ericaceae, es decir, del brezo, en la Isla es donde más ejemplare hay.
Es una pena que no sea la época de los frutos porque son muy llamativos, parecen mandarinas pequeñitas.  

Llegando al Teón.

En frente pudimos apreciar el Roque Blanco, Monumento Natural Protegido, que comprende no solo el Roque sino también la zona a su alrededor hasta el restaurante. Es un domo o pitón fonolítico, voy a explicar un poquito lo que quiere decir. Ya en la entrada “La Piedra Encantada” hablé de que en Vallehermoso aflora el Complejo Basal y el Complejo Traquítico-fonolítico, digamos que el primero corresponde al núcleo submarino que se ha elevado sobre el nivel del mar y el segundo corresponde a emisiones de lava ácida, es decir, de color claro, formadas por traquitas y fonolitas. Estas dos clases de rocas volcánicas son poco abundantes, de grano fino y alcalinas, para hacernos una idea podrían parecerse al granito sin el cuarzo, pero sin confundirlas ya que el granito es una roca plutónica y no volcánica. (Plutónica: se solidifica lentamente a gran profundidad. Volcánica: se solidifica en la superficie de la corteza terrestre)

El Roque Blanco.

Llegamos a Cruz de Tierno y rodeamos el Roque Blanco, al finalizar el ascenso hay un mirador y un restaurante donde se puede descansar, pero también hay otra opción y es continuar por la carretera, varios metros, hasta un sendero que está a la izquierda y que llega a una pequeña plaza que tiene una Cruz y descansar ahí.

Líquenes.

Presa de Garabato vista desde el Mirador de Cruz de Tierno.

Una vez que hayamos recuperado fuerzas, aunque bastan dos plátanos, frutos secos y bebida isotónica, puedes comer lo que estés acostumbrado porque el resto del camino es descendente y no requiere tanto esfuerzo como hasta ahora. Ya estamos preparados para empezar el sendero que pasa justo debajo de Roque Cano.

 Plaza de Cruz de Tierno.

Comienza al lado de la Plaza, donde hemos descansado, y es una pista de tierra que va a una propiedad privada, a partir de ahí continúa un sendero donde podemos apreciar el suelo de tonalidades claras, incluso casi blancas, que ya sabemos a qué se debe. Incluso podemos comprobar lo alterado que está por la climatología, desmoronándose con facilidad, haciendo así más rápida su erosión.

Sendero entre fayal-brezal.

La vegetación cambia, encontrándonos en el sabinar más extenso y mejor conservado de Canarias, uno de los pocos que quedan en las Islas, sabina (Juniperus turbinata canariensis), que le dan ese aspecto moteado al paisaje de Vallehermoso. Pero el más famoso, por las formas que adquieren sus sabinas, es el de El Hierro, siendo su símbolo vegetal. El de La Gomera es el viñátigo (Persea indica).
También observé un acebuche (Olea europaea guanchica), pero no estoy segura de que fuera un acebuche porque era muy alto , más propio de un olivo (Olea europaea europaea ).
Como planta propia de este lugar, pero no el único, está el espinero (Rhamnus crenulata) con sus frutos empezando a madurar y sus finas ramitas endurecidas que parecen espinas...no lo son, por eso nosotros no le encontramos ninguna espina.
De antemano sabía que íbamos a ver mocanes (Visnea mocanera), lo que no me imaginaba era que estuvieran en un estado tan poco vistoso, que no me permitió sacar buenas fotos. Sus bellas flores en forma de campanitas blancas estaban secas porque no ha llovido y dudo que echen fruto, las yoyas de donde sacaban los aborígenes el checerquén especie de miel y también un licor.

Espinero (Rhamnus crenulata)

Sabina (Juniperus turbinata canariensis)

Mocán (Visnea mocanera)


Orchilla (Roccella canariensis)

Llegando cerca del Roque Cano hay un risco con muchas orchillas (Roccella canriensis), que es un liquen muy apreciado en la Edad Media, porque de él se obtiene un tinte de color púrpura. Se cree que uno de los motivos que llevó a Juan de Bethencourt a querer conquistar las Canarias fue la posibilidad de exportar la orchilla para beneficio propio. Esta exportación duró hasta el siglo XIX,cuando se acabó la orchilla.

El Roque Cano, vista lateral.

Ya estamos justo debajo del Roque Cano (Domo traquítico o pitón fonolítico según diferentes autores), impresionante chimenea volcánica desmantelada de los materiales adyacentes por la erosión, paredes casi verticales, de unos 200 metros de altura y de forma alargada. Es lo más característico del paisaje siendo el emblema de Vallehermoso. Monumento Natural Protegido que abarca no solo el Roque sino las inmediaciones hasta unos 600 metros a su alrededor.

El Roque Cano.

Panorámica de Vallehermoso.

Continuamos bajando entre una pequeña alameda (Populus alba) y llegamos a la Plaza de La Pilarica.
Vale la pena subir a la Plaza, pues hay una panorámica del Pueblo muy buena, descansamos un rato y terminamos nuestra ruta en el punto de partida.
Esta experiencia la recomiendo porque es muy gratificante, la verdad es que todos estamos muy contentos y dispuestos a volverla a hacer.


NOTA: La Pilarica es el punto en el que se asentaron los militares y dispararon contra la Guardia Civil y el pueblo, acto que se conoce como “El Fogueo”, sucedido el 24 de julio de 1936. Al día siguiente llevaron un cañón por lo que tuvieron que rendirse, costándole la vida a siete personas que fueron fusiladas.
En esa época no llegaba la carretera hasta Vallerhermoso por lo que tuvieron que bajar por el mismo camino que acabamos de hacer, eso permitió que las familias con niños se escondieran en pajares o se fueran hasta Chipude. Los detenidos fueron llevados hasta Valle Gran Rey, donde embarcaron. Toda la gente tenía mucho miedo.

CONSEJO: SI QUIERES DISFRUTAR DE UNA BUENA “VISTA DE PÁJARO”, ÉSTA ES LA RUTA.

BIBLIOGRAFÍA:

“Parque Nacional de Garajonay” Coordinador Ángel B. Fernández. Publicaciones Turquesa S.L. 2009.

“Vallehermoso. Desde el Norte hasta el Sur” Impresión: Litografía A. Romero. 2000

Vallehermoso. “El Fogueo”. Ricardo García Luis y Juan Manuel Torres Vera. Ediciones de El Baile del Sol. 2000




Mocán:

Sabina: