PISTA DE LAS HIEDRAS.
Tenerife –
Islas Canarias.
Sábado, 27 de
junio de 2020.
Antes de empezar con la ruta voy a hacer un pequeño resumen sobre el
Parque Rural de Anaga dado que caminamos en esta zona.
Está situado al noreste de Tenerife en el macizo de Anaga, zona
volcánica de hace unos 6,5 millones de años, cuya erosión ha
dejado al descubierto numerosas taparuchas y roques, a la vez que ha
profundizado sus barrancos en sus tres vertientes.
La zona protegida abarca toda la comarca de Anaga exceptuando la zona
costera del sur de la misma y la parte baja de Bajamar y Punta del
Hidalgo, implicando a tres municipios: Santa Cruz, La Laguna y
Tegueste.
La situación y altura de la zona hace que los vientos alisios formen
una barra de brumas, en la parte alta, que mantienen la humedad ideal
para la supervivencia de un maravilloso monte de laurisilva con su
fauna y flora característica.
Aparte de la laurisilva, Anaga tiene otros encantos como es el
sabinar de Afur, tabaibal-cardonal de las zonas bajas y pinar en el
Barranco de Tamadite. Sin olvidarnos de los espectaculares paisajes
cuya visión gratifican al caminante.
Dispersos en la zona se encuentran 26 asentamientos rurales, cuyos
habitantes han sabido conservar el bosque y han aprovechado las
laderas haciendo bancales para cultivar, frenando así la pérdida
del suelo. Pero llegó la migración hacia las ciudades, como ocurrió
en otros lugares, quedando en la actualidad unos 2.000 habitantes que
mantienen la agricultura, con sus productos locales de papas, ñames,
batatas, viñas y frutales.
Por todo lo dicho anteriormente ha sido nombrado en 1987 Parque
Natural de Anaga, reclasificado en 1994 como Parque Rural de Anaga y
por último en 2015 Reserva de la Biosfera.
Pista de las
Hiedras.
Aunque hay una gran cantidad de senderos que surcan todo el macizo de
Anaga, hemos elegido la Pista de las Hiedras por ser un
recorrido muy cómodo, accesible a todas las personas y con gran
variedad botánica.
No necesitas madrugar porque “la barra de los alisios” hace que,
aunque sea verano, hayan brumas y esté lo suficientemente fresco
para poder caminar sin agobio, no olvides el chubasquero por si
acaso.
¿Cómo llegamos a la Pista de las Hiedras?
Salimos de La Laguna en dirección al monte de Las Mercedes, antes de
llagar a La Cruz del Carmen hay un cruce bien señalizado con la
carretera de Los Batanes TF 143, a la izquierda. No hay que
preocuparse porque hay una señal de tráfico que lo indica.
Tomamos esa dirección, pasamos por el Mirador de Zapata y llegamos a
un cruce que va a Pedro Álvarez y a Los Batanes. Tomamos la
dirección de la derecha hacia Los Batanes.
En este cruce hay una parada de guagua donde habría que bajarse e ir
caminando por un sendero hasta la pista, pero ese no es el objetivo,
por lo tanto debemos llevar coche.
Después de varias curvas cerradas nos encontramos, a la derecha, un
muro de piedras y la entrada de la pista con un cartel informativo y
el kilómetro 0.
Aunque a unos 100 metros se encuentra un pequeño estacionamiento,
decidimos dejar el coche en la entrada porque estaba lleno.
Entrada de la pista. |
Sin empezar a caminar mi interés se centró en un árbol que nos
recibió con una hermosa y llamativa flor, es un regalo pues ya se
está terminando el periodo de floración (marzo - julio). Se trata
de la hija (Prunus lusitanica subespecie Hixa). Es muy
frecuente en el monte de laurisilva de Anaga pero no así en el resto
de las islas.
Se distinguen muy bien de otros árboles por sus hojas dentadas, me
recuerdan a la de los castaños aunque no sean iguales y si ves sus
espectaculares flores ya no tendrás dudas. Siento que es un
privilegio poder ver en persona estos bellos ejemplares.
Hija (Prunus lusitanica) |
Cuando llegas al estacionamiento, hay una barrera para impedir que
los coches circulen por la pista, lo que da tranquilidad al caminante
y respiro a la Naturaleza.
Los primeros 750 metros están adaptados para que puedan disfrutar
del paseo personas de movilidad reducida o llevar carritos de bebé,
pues hay una franja de cemento, bancos y un murito de piedras, a la
vez que una valla protectora por la parte de afuera ¡Cuidado con los
niños pequeños, son impredecibles!
Toda la pista es genial para que los niños practiquen con sus
bicicletas y para que los adultos desentrenados vuelvan a coger
energía, animándolos unos postes colocados cada 100 o 200 metros
que indican los kilómetros y metros que han recorrido ¡Estupendo!
¿Te gusta sacar fotos? ¿Qué te parece esta malfurada (Hypericum
grandifolium)? Bella como siempre. Fíjate en el
musgo del fondo, es una prueba de la humedad de la zona.
Malfurada (Hypericum grandifolium) |
No puedo vencer la tentación de contar la razón de que hayan tallos
tiernos de viñátigos (Persea indica) en el suelo. Parece ser
que su savia es muy gustosa para los ratones, los cuales roen esos
tallos para chuparla y quedan medio aturdidos ya que es tóxica. Yo
he tenido la oportunidad de ver uno de esos ratones atolondrado. Sólo
las palomas rabiche y turqué son capaces de digerir las semillas sin
envenenarse. Nada que ver con su pariente el aguacate.
Viñátigo (Persea indica) |
¿Y las hiedras (Hedera canariensis) dónde están?
A lo largo de toda la ruta vas a encontrar esta enredadera, en los
cortes de la carretera, en el suelo, trepando en los árboles y en
forma de lianas. Sólo tienes que ir observando el entorno.
Existen muchas clases de hiedras, unas más invasoras que otras como
la Hedera helix, pero ésta es nativa de Canarias que gusta de los
bosques de laurisilva y convive con las demás plantas sin llegar a
ser un peligro para ellas, además, según Bramwell es una planta
vulnerable, es decir, no está en peligro pero se enfrenta a un
alto riesgo de extinción en estado silvestre a medio plazo.
Hiedra (Hedera canariensis) |
Nos seguimos deleitando con las flores que encontramos en nuestro
camino, como esta coqueta morgallana (Ranunculus
cortusifolius), de brillante color amarillo o el geranio
canario o pata de gallo (Geranium
canariense o Geranium ruiteri), si te
fijas bien en la flor comprobarás que de verdad es un geranio.
Morgallana (Ranunculus cortisifolius) |
Geranio (Geranium canariense) |
El primer tramo de la pista acondicionada para todas las personas termina en una zona de descanso, justo delante de una antigua cantera de picón, éste fue producido por la acumulación de piroclastos alrededor de un cono volcánico.
La Pista de las Hiedras facilitó el acceso y explotación de dicha
piconera, cuyo material servía para la agricultura y para la
construcción. Una vez abandonada se procedió a la repoblación para
restaurar el ecosistema.
Zona de descanso. |
En sus paredes podemos observar el bejeque (Aeonium
arboreum) y pastel de risco (Aeonium tabulaeforme), en su
base nos llama la atención plantas típicas de zonas cálidas como
la vinagrera (Rumex lunaria), el verode (Kleinia
neriifolia) o la lengua de pájaro (Globularia
salicina)
No pasamos por alto unos madroños (Arbutus canariensis), un
palo blanco (Picconia excelsa), junto con los brezo (Erica
arborea), tejos (Erica scoparia), laureles (Laurus
novocanariensis) y hayas (Morella o Myrica
faya) parece un jardín botánico.
Ahora la pista es solo de tierra donde se ve menos la intervención
del hombre y uno puede percibir mejor la magia de la Naturaleza como
este tronco retorcido de corregüelón (Convolvulus
canariensis). Se trata de una enredadera que es un endemismo
canario vulnerable, cuyo hábitat es la laurisilva. Trepa hasta la
copa de los árboles para alcanzar la luz solar, poniendo en peligro
el crecimiento del árbol soporte.
Tronco retorcido de Corrigüelón. |
Corrigüelón (Convolvulus canariensis) |
Seguimos caminando y encontramos unos alamillos (Pericallis
appendiculata), endemismo canario que vive en las zonas más
umbrías de la laurisilva. Si dudas en identificarla, míra el envés
de sus hojas, deben ser blancas y aterciopeladas.
Una pequeña melosilla (Archrison laxum). Y varias gibalberas
(Semele androgyna). Lo más curioso de esta trepadora endémica
de la Macaronesia son sus hojas, que en realidad son tallos llamados
cladodios en cuyos bordes se encuentran sus flores y sus llamativos
frutos.
Gibalbera (Semele androgyna) |
Flor y fruto de la Gibalbera. |
Seguimos adelante y a los 2.600 metros se encuentra el sendero PR-TF
11 Cruz del Carmen – Punta del Hidalgo por el Batán. Y a un
kilómetro más nos encontramos con una escalera bien hecha de piedra
que indica el sendero que va a El Batán, está señalizado.
Seguimos caminando unos 300 metros más y nos encontramos un cruce de
senderos: el que sube a la Cruz del Carmen a la derecha y el que
desciende a la izquierda por una escalera que va a Las Carboneras,
Chinamada y Punta del Hidalgo, es el PR-TF 10. También se puede ir a
Taborno.
Bajada a Las Carboneras. |
Subida a la Cruz del Carmen. |
Si subes a la Cruz del Carmen encontrarás la ermita del Carmen, unos
estacionamientos, un mirador, el Centro de Visitantes, un mercado, un
restaurante y una parada de guaguas, pero eso será otro día.
Casi llegando al final de la pista nos encontramos una fuente sin
grifo, cubierta por un tapiz rojo de hojas de viñátigos.
Y llegamos al final con otra barrera que impide el paso de los coches
y un tanque de agua potable.
Seguimos unos metros más y tropezamos con la carretera asfaltada de
Las Carboneras Tf-145 y el caserío del Río.
La última baliza indica 4 Km y 600 metros.
Caserío del Río. |
Bueno, ahora a regresar y habremos caminado 9 kilómetros y 200 metros.
Fue una bonita excursión ¡La recomiendo!
CONSEJO: Lee los carteles informativos y lleva una cámara
fotográfica.
BIBLIOGRAFÍA:
Paneles informativos de la ruta.
https://www.tenerife.es/portalcabtfe/es/site_content/46-medio-ambiente-de-tenerife/4374-parque-rural-de-anaga