martes, 28 de enero de 2020

CASERÍO DE SANTA CATALINA.


CASERÍO DE SANTA CATALINA.

Jueves, 9 de enero de 2020.


Me gusta conocer los rincones escondidos que no se ven desde la carretera y que son poco transitados. Este es el caso de Santa Catalina, un caserío situado cerca de La Dama, municipio de Vallehermoso.
En la actualidad consta de un solo habitante fijo, de nacionalidad extranjera, un corral de cabras, cuyo dueño nos proporcionó la información y un trabajador rehabilitando una preciosa casa antigua. Las demás viviendas, unas están muy bien cuidadas y otras totalmente abandonadas, con los tejados caídos, pero que aún conservan los enseres. También, en otra ocasión, tuve la oportunidad de hablar con la mujer de un vecino que había emigrado, como todos los demás, y que había venido de vacaciones, ahora su casa estaba cerrada, me da pena pensar que han envejecido y que ya, probablemente, no volverán.
Este caserío no dispuso de pista hasta el año 1993, en cuya inauguración tuve la oportunidad de estar presente, y en esa época sí estaba habitado.

Toda esta zona desde Chipude hasta La Dama fue cultivo de cereales, lo que se deduce de los paredones paralelos, que llegan casi hasta el mar. Yo diría que junto con Seima, Alajeró y Arguayoda fueron el granero de la Isla. De tramo en tramo hay unos cuartos de apero, donde encerraban los animales, probablemente vacas y burros que les servirían para la labranza.

Comencemos nuestra ruta. Situémonos en la carretera CV-17, en la “Ermita” de Don José Gregorio Hernández. He puesto comillas a la palabra ermita porque todavía no ha sido ni beatificado ni canonizado, sin embargo, el papa Juan Pablo II lo nombró “venerable” por lo que se ha podido seguir con el proceso de beatificación iniciado en 1949 por la Iglesia Católica de Venezuela.
En la siguiente curva yendo hacia La Dama hay un sendero que va a dar directamente al caserío de Santa Catalina, no hay pérdida.

Entrada del sendero.

Es una bajada bastante descansada y en la que pudimos apreciar los bancales ya mencionados. Constatamos que el suelo, donde estaba cultivado, es suave, y nos imaginamos sembrando y arando para que la semilla penetrara en la tierra, tarea ya imposible por la falta de lluvia.

Casa de apero y cuadra.

También observamos que las zonas cultivadas no tenían tanta vegetación como las demás, eso es debido, seguramente, a que el suelo quedó agotado de tanto uso.
Como a la mitad del camino quedaban los restos de una antigua atarjea, que supongo servía para regar el platanal de La Dama.
En algunos lugares del camino aflora un suelo calcáreo fácilmente distinguible, lo mismo ocurre en otras zonas como Teguerguenche y La Mérica.


Panorámica de El Verodal a la derecha y Santa Catalina a la izquierda. 

La vegetación es un tabaibal- verodal, destacando la tabaiba amarga (Euphorbia berthelotii) endemismo de La Gomera, la de las otras islas es ligeramente diferente. El verode (Senecio kleinia o Kleinia neriifolia) es más escaso en esta zona, son fáciles de diferenciar de la tabaiba por sus hojas más anchas y sus flores, pero si no tienen flores y te entran las dudas, partes una de sus hojas, si echa leche es una tabaiba y si su sabia es casi transparente es un verode.
Encontramos también otra planta típica de estos lugares, la rasposa o tasaigo (Rubia fruticosa) sus hojas son rasposas, por eso la llamo así, en esta época del año no tiene frutos, que son bolitas blanquecinas casi transparentes muy llamativas.
Estaba presente el cardo de Castilla (Cynara cardunculus) pero con la sequía que ha habido solo tenían unas hojas poco esplendorosas, lo mismo que le pasaba a la vinagrera o calcosa (Rumex lunaria)

Rasposa (Rubia fruticosa)


Tabaiba amarga (Euphorbia berthelotii)


Verode (Senecio kleinia)

Plantas cultivadas por el hombre nos encontramos la pitera (Agave americana) introducida en el siglo XVI como pasto y para hacer sogas, la tunera (Opuntia ficus-indica), no confundir con la tunera india (Opuntia dilleni) en México las llaman nopal. Casi secos encontramos el almendro (Plunus dulcis) procedente de Asia. En los jardines de las casas, muy llamativo estaba el cuello de cisne (Agave attenuata)

Almendro (Plunus dulcis)

Antes de llegar al caserío nos encontramos una casa grande, que resultó ser una cuadra porque todos los cuartos tenían pesebres. Enfrente había una gran era (lugar limpio para trillar y aventar los cereales) cubierta toda por tabaibas, por eso nos fue imposible reconocerla a simple vista.
También vimos un lagar y nos preguntamos dónde cultivaron las parras porque no parece ser un lugar apropiado.


Casa grande con era enfrente y La Fortaleza al fondo.

Llegando al caserío.

Lagar cerca de las casas.

Cuando llegamos al núcleo de Santa Catalina nos encontramos con la pista, ya asfaltada, y continuamos por ella, no sin antes visitar todos sus rincones. Uno de ellos fue el patio de la casa que están rehabilitando, donde hay un nicho con Santa Catalina, pero que en esta ocasión no tenía nada.
Este día decidimos hacer una circular y volvimos al coche caminando por la pista hasta la carretera.


A la semana siguiente nos animamos y con siete amigos fuimos a realizar la otra opción, es decir, bajar hasta La Dama.

Para empezar, hicimos el recorrido ya descrito excepto la subida al coche. Dejamos la pista asfaltada de Santa Catalina justo en la curva ascendente, que nos llevaría a la carretera CV- 17, y bajamos por la pista de tierra, que está justo donde la pista asfaltada empieza a subir. Bajamos pocos metros hasta la caseta de UNELCO y torcimos a la izquierda por el camino que lleva la tubería del agua potable, bastante cerca del torreón de la luz, dejando así la pista de tierra.

El sendero para bajar al barranco está a la izquierda.

Bajando al barranco.

Panorámica del barranco.

 Al llegar al fondo del Barranco Degollada del Horno hay que subir hasta el Cementerio, luego llegamos a Topogache donde tomamos el sendero que viene desde Pavón hasta La Dama.

Llegando a La Dama con el platanal al fondo.

En este trayecto pudimos observar las panorámicas del Barranco de La Rajita con sus distintos senderos y las plantaciones de plataneras de La Dama, que en la actualidad son las mayores de la Isla.
La ruta termina en la Ermita dedica a Nuestra Señora de Las Nieves, cuya festividad se celebra la primera semana de agosto. Desde su plaza parte una pista que va a La Rajita, donde estaba la fábrica de pescado Lloret y Llinares, construida en 1904, que dio trabajo a mucha gente de todos los pueblos.

Barranco de La Rajita.

Ermita de Nuestra Señora de las Nieves.

Después subimos a la parada de la guagua que sale a la 13:30 horas. Cerca hay un bar donde descansamos tomando algo y charlando con sus amables vecinos.

Si pierdes la guagua no te preocupes, puedes llamar un taxi de la zona.

Al final ¿cuánto caminamos? La circular son unos 3 kilómetros y la lineal unos 6 kilómetros, pero no lo sé con exactitud porque no tengo medios para calcularlos. Lo que sí puedo calcular es la gran satisfacción que sentimos todos en esta caminata, y el gusto en el cuerpo para continuar con este hobby que nos gusta tanto.


CONSEJO: RESPETA LOS OBJETOS QUE TE ENCUENTRES, TIENEN DUEÑO AUNQUE NO ESTÉN PRESENTE.

BIBLIOGRAFÍA:














sábado, 25 de enero de 2020

LA PIEDRA ENCANTADA


LA PIEDRA ENCANTADA.

(MESETA DE VALLEHERMOSO)

Que bonito título para un cuento de hadas. Y es que en esta ruta uno se siente transportado a lugares mágicos donde la Naturaleza es la protagonista y ésta nunca defrauda.

Ya he hecho esta caminata varias veces y seguiré haciéndola, si Dios quiere, porque es cómoda y la puedes alargar lo que quieras o quedarte con unos cuantos kilómetros, según la resistencia que tengan los participantes, que pueden ser niños o personas muy mayores.
Comenzamos en la pista de tierra de La Meseta de Vallehermoso, la entrada está asfaltada y hay espacio para dejar el coche. Parte de la carretera de Vallehermoso, GM-1, un poco después de Los Chorros de Epina y sin llegar al estanque del agua potable, y llega a la presa de Los Gallos a 5,3 kilómetros de distancia. De ahí se puede bajar a Vallehermoso, pero ese no es nuestro objetivo hoy.

La panorámica es preciosa, viéndose al fondo el Roque Cano, domo traquítico. Al poco tiempo de caminar nos encontramos una pista a la derecha, que no se utiliza desde que fue repoblada de árboles y arbustos con la finalidad de recuperarla para el monteverde, la verdad es que no tiene nada que envidiar a un jardín botánico.


El Sol en los barrancos muestran sus diferentes planos, observados por Teide.

Maravillosa vista con El Roque Cano al fondo.

Entrada a la pista de la Piedra Encantada.

Voy a enumerar algunas de las plantas que nos encontramos en esa antigua pista.
Como no iba a ser de otra manera, ya que estamos en un fayal-brezal, el brezo (Erica arborea),
el haya (Myrica o Morella faya), el laurel y el loro (Laurus novocanariensis desde 2004, antes era Laurus azorica), la tabaiba (Euphorbia berthelotii), la ortiga u ortigón de monte (Urtica morifolia)

Laurel (Laurus novocanariensis)

Ortigón de Monte (Urtica morifolia)

A medida que nos adentramos en la pista, la vegetación cambia radicalmente, pues estamos llegando a una cañada donde los árboles son muy altos, típicos de fondo de valle. Por lo tanto se hace presente otra clase de árboles como el viñátigo (Persea indica) lo delatan las hojas rojas que caen al suelo. Y, ¡oh sorpresa! el tilo o til (Acotea foetens), majestuoso junto con el viñátigo, en contraposición de los que habíamos observado hasta ahora.
Para distinguirlo de los otros árboles de la laurisilva nos fijaremos en que sus hojas tienen dos o cuatro glándulas en la base de las mismas, son lisas y lanceoladas. Si vemos sus frutos y tienen forma de pequeñas bellotas, no tendremos dudas, es un til.

Tilo o til (Acotea foetens)

Este árbol se cree que fue el Garoé del Hierro, y no es de extrañar por la humedad que crea en su entorno. El árbol Garoé salvó a los bimbaches de morir de sed, y cuenta la leyenda que intentaron ocultar su ubicación a los conquistadores, pero una joven enamorada de un soldado los traicionó y fueron derrotados.
No debemos confundir tilo o til (Acotea foetens), con tilo (Tilia cordata o Tilia platyphyllos) árbol nacional de la República Checa y de cuya flor se hace la infusión de tila.

Mi gran ilusión, aparte de ver la PIEDRA ENCANTADA, era enseñarle a mi amigo los saúcos (Sambucus nigra Palmensis) repoblados en la zona. Este arbusto de 2 a 7 metros de altura, estuvo a punto de extinguirse en La Gomera, pero por su valor medicinal lo habían plantado en jardines, de donde pudieron tomar esquejes y semillas para su repoblación en el Parque. Sus hojas son compuestas con cinco folíolos de borde dentado, inconfundibles. Si fuera primavera encontraríamos sus flores, formando un ramillete de corimbos aplanados que darían lugar a pequeños frutos negros, comestibles maduros y cocinados, de lo contrario son tóxicos.
Llegamos al lugar de los saúcos y unos se habían muerto y otros estaban envejecidos y solo le quedaban unas hojitas al final de un largo y seco tallo. Me dio pena contemplarlos después de haber visto su esplendor.

Saúco (Sambucus nigra Palmensis)

En el mismo sitio, a la derecha, está la PIEDRA ENCANTADA descansando después de rodar ladera abajo, cuyo acontecimiento no sé cuando tuvo lugar.
Se trata, a mi entender, de un desprendimiento de rocas basálticas pertenecientes a los Basaltos Horizontales que conforman la Caldera Central de la Isla y que es límite con la parte sur de la cuenca hidrográfica de Vallehermoso. Como información, diré que en Vallehermoso aflora el Complejo Basal y el Complejo Traquítico- Fonolítico que son los más antiguos en la formación de la Isla.
En casi todos los barrancos de La Gomera hay piedras de la misma constitución que La Piedra Encantada , pero aquí lo que destaca es su gran tamaño y la imaginación estimulada por el entorno.
Efectivamente uno puede sentir la voz de la Naturaleza y si está nublado mucho más.

Piedra Encantada. 

Piedra Encantada.

Bueno, la ruta no ha terminado. Seguimos por la pista hasta llegar a una fuente donde, probablemente, hubo un merendero.

Continuamos la pista.

Fuente de agua, al final de la pista.

Volvimos sobre nuestros pasos y retomamos la Pista de la Meseta .


Follao (Viburnum  rigidum) en la pista de la Meseta.

Al poco rato de estar caminando llegamos a un salto de agua escondido tras unas matas de estrelladeras (Gesnouinia arborea) bastante altas, planta muy escasa y protegida por la legislación debido a su vulnerabilidad. Nos sentamos a oír el sonido del agua y continuamos caminando.

Chorro de agua en la pista de la Meseta.

Estrelladera (Gesnouinia arborea) tapando el chorro de agua.

Cuando lo consideramos oportuno regresamos al coche, observando las plantas y la panorámica de este hermoso y amplio valle, que justifica su nombre: Vallehermoso.

Continuamos caminando.



CONSEJO: TEN CUIDADO DE NO PISAR LAS PEQUEÑAS PLANTITAS, PODRÍAN SER ÁRBOLES DE 40 METROS DE ALTURA.

GUAGUAS.
Pasan por el inicio de la ruta:

Línea 4 – Vallehermoso- La Dama.
Línea 5 – Vallehermoso- Alojera.
Línea 8 – Vallehermoso- Valle Gran rey.

BIBLIOGRAFÍA:

Parque Nacional de Garajonay. Patrimonio Mundial” Coordinación: Ángel B. Fernández. Publicaciones Turquesa S.L. Año 2009.













domingo, 12 de enero de 2020

CAMINANDO POR PISTAS



CAMINANDO POR PISTAS.

Martes, 31 de diciembre de 2019.


El último día del año quise que fuera especial, haciendo algo que me gusta… caminar en la Naturaleza.
Hacer una ruta fácil, pequeña y agradable.
Así que, cuando mi amigo, amante del monte, me propuso una pista que yo no había hecho, acepté de inmediato.
Situémonos en la Carretera de La Laguna Grande a Juego de Bolas, después del Raso del Quebradón, Mirador Lomo del Dinero y un poco antes de la entrada de la carretera de la Palmita por Meriga. Se trata de la pista del Raso del Almuerzo, situada a la izquierda de la carretera, no habiendo ninguna señal que la identifique. Nos fijaremos que la entrada tiene un poco de asfalto muy deteriorado, y que nada más empezar se ve un gran tanque de agua potable, forrado de piedra, el techo pintado de blanco y protegido por una valla metálica.


Mapa de la ruta de Google Maps.


Tanque en la entrada a la pista.



Alrededor del tanque hay una pista que se convierte en sendero, pero esa opción la desechamos y cogemos la pista de la izquierda, casi paralela a la carretera, quedándonos el tanque a la derecha.

Pista de nuestra ruta.


El suelo es rojizo, correspondiendo a un suelo del Macizo Antiguo, que data del Plioceno superior y Pleistoceno inferior, es decir, hace 5 millones de años. La isla se formó hace unos 10-12 millones de años y la última erupción fue hace 2 millones de años, por lo tanto es la isla más vieja en cuanto a erupciones volcánicas recientes.
El Macizo Antiguo aflora visiblemente en Chijeré, El Cepo, Juego de Bolas y El Membrillo, caracterizándose por los colores naranjas, rojizos y azulados. Esto es debido, probablemente, a que en épocas lejanas hubo más humedad que en la actual y alteró el basalto dando lugar a un suelo ferruginoso y posteriormente árido.
En esta ruta no se observa este tipo de suelo con tanta claridad como en Abrante (Juego de Bolas) o en los lugares mencionados.

En cuanto a la vegetación se trata de un fayal-brezal de monte bajo, excepto en las proximidades a los barrancos, donde los árboles son más altos.

Árboles más altos cerca del barranco de Las Rosas.


El aceviño o acebiño, Ilex canariensis, es bastante abundante en esta zona, distinguiéndose por sus frutos rojos redondeados muy llamativos, parecen pequeñas drupas pero son bayas porque tienen tres o cuatro semillas. Sus flores son blancas con cuatro o cinco pétalos soldados en la base, siendo la época de floración de abril a julio y la fructificación hasta enero. Si no tienen flores ni frutos debes recurrir a distinguirlos por las hojas, éstas son pequeñas, opuestas, duras, sin glándulas, ligeramente redondeadas, de bordes lisos, aunque si son jóvenes tienen espinas en los bordes confundiéndose con el naranjo salvaje, Ilex perado. El tronco es grisáceo con manchas blancas. Un truco es observar unas manchitas pequeñas en las hojas, seguramente producidas por hongos... son características.

Aceviño o acebiño (Ilex canariensis)

Bordeamos el Barranco de las Rosas, (en la entrada “De Tamargada a Agulo, pasando por Las Rosas” del día 20 de septiembre de 2014, hablé de Las Rosas) aquí los árboles son más altos y nos encontramos con numerosos castaños o castañeros, castanea sativa. Es una planta introducida en el siglo XVI por su fruto y madera, por lo tanto es cultivada, aunque en la actualidad hay ejemplares silvestres debido a su abandono.

Castaños sin hojas.

Los castañeros que estamos observando ya no tienen hojas, son caducas, y tampoco castañas pues las han recolectado en noviembre. Si vienes en esa época, encontrarás los erizos en el suelo, y si están en la pista puedes tomar sus castañas, pero no penetrar en el monte, pues tienen dueños y no les gustarían ver que otros las han cogido.

Castaños (Castanea sativa)



Alfombra de hojas de castaños.

Seguimos caminando por un tapiz de hojas de castaños y llegamos a un claro donde hay una pista a la derecha y, como tenemos tiempo, fuimos hasta su término que es un sendero que da a Cruz de Tierno cerca del restaurante Roque Blanco. Volvimos sobre nuestros pasos.

Pista que da al sendero a Cruz de Tierno.


Por la misma pista.

Retomamos nuestra pista y encontramos otra a la derecha que da a una finca privada, tiene una barra para que no puedan pasar los coches. Nos metimos en ella para observar Las Rosas desde otro punto de vista que el acostumbrado. Volvimos, otra vez ,sobre nuestros pasos.

Vista de Las Rosas al fondo.

Cerca del final de nuestro camino hay una pequeña pista que da al sendero que va del Raso del Quebradón a Cruz de Tierno. Como la ruta es corta puedes alargarla haciendo estos recorridos.

Pista que da al Raso del Quebradón.

Terminamos la pista y llagamos a la carretera de La Laguna Grande a Juego de Bolas, la atravesamos y tomamos un sendero paralelo a la misma hacia el Mirador Lomo del Dinero. Ahí descansamos observando una panorámica del monte muy relajante por su verdor.


Mirador del Lomo del dinero.

Panorámica desde el Mirador del Lomo del dinero.

Continuamos como para ir a La Palmita, pero hay que tener cuidado de no pasarnos, ya que tenemos que dejar este gran sendero de tierra roja por otro, casi oculto, hacia la izquierda, que nos lleva al punto de partida.

Finalizando la ruta con el Teide al fondo.

Todas las pistas que he propuesto hoy transcurren fuera del Parque Nacional de Garajonay, por eso creo que sí se puede circular con bicicleta.

Este recorrido es de 3,1 Kilómetros, sin contar las otras pistas opcionales.
Por esta carretera no hay servicio regular de guaguas, por lo que tienes que llevar coche, que te servirá para terminar degustando las sabrosas galletas artesanas del Centro de Visitante.


CONSEJO: ESTA RUTA ES MEJOR HACERLA EN NOVIEMBRE.


BIBLIOGRAFÍA:

Google Maps.

“Los Paisajes Naturales de La Gomera” por María Eugenia Arozena. Editado por El Excmo. Cabildo Insular de La Gomera 1991. (Página 51)







sábado, 4 de enero de 2020

EL MALPAÍS DE GÜIMAR.


CIRCULAR MALPAÍS DE GÜIMAR.

Sábado, 7 de diciembre de 2019.


Ha estado lloviendo, los senderos del monte están resbaladizos, mis amigos piensan que he suspendido la caminata…
Yo necesito caminar en la Naturaleza pues llevo mucho tiempo sin hacerlo y, además, ya me he ilusionado pensando en lo bien que lo suelo pasar, pero ¿adónde ir?
Mi hija encontró la solución: EL MALPAÍS DE GÜIMAR.
Efectivamente ¡qué buena idea!¡y es una ruta nueva para mí!
Está nublado por lo tanto podemos caminar por un lugar donde no hay sombra y su suelo volcánico nos permite caminar sin dificultad aunque llueva.
Lo primero que hice fue informarme de la ruta, como se debe hacer siempre que se vaya a un lugar por primera vez.
El Malpaís de Güimar es una Reserva Natural Especial de gran importancia ecológica, declarada zona protegida desde 1987. Es un paisaje volcánico único que se extiende desde Montaña Grande hasta el litoral.
Hay tres rutas que se pueden hacer: Una va desde El Puertito de Güimar hasta El Socorro, otra es una semicircular por la base de la Montaña Grande y la última una circular que va desde El Puertito de Güimar, bordea la Montaña Grande y regresa al punto de partida.
Tengo que aclarar que los senderos están acondicionados para poder disfrutar de este paisaje pues caminar por un suelo de malpaís es casi imposible, bueno... digamos que es extremadamente difícil.

Optamos por la circular, que empieza en la calle Almirante Cervera en El Puertito de Güimar. En el mismo comienzo del sendero hay un mapa con las tres rutas, no hay pérdida. Son 6,11 Kilómetros y se tarda 3 horas o más según los descansos.

Tal vez por costumbre cogimos la circular por la derecha, pero creo que es mejor por la izquierda ya que el tramo final sería llaneando.
Ir junto al mar sobre un suelo totalmente volcánico es único. Nada más pisar el sendero nos paramos a hacer fotos, no nos pudimos resistir a las formas espectaculares de la lava.


Tabaibal y Montaña Grande al fondo.


Encontramos, aparte del malpaís tipo de lava AA, algo de pahoehoe o cordada y tubos volcánicos.
En la Bibliografía enumero algunas páginas que pueden servir para ampliar esta información.

Pequeño tubo volcánico.


Lava cordada.


Cueva volcánica.

En este primer tramo, algunas rocas han erosionado formando arena blanca, aprovechándose para el sendero. Junto a él se aprecian todavía una pequeña salina resto de la actividad humana en el lugar, aparte de los concheros.

Espectacular formación volcánica.

Sendero con arena blanca.


Salinas junto al sendero.


En cuanto a la vegetación, tan solo por el tabaibal- cardonal ya sería famoso el lugar. Se trata de la tabaiba dulce, Euphorbia balsamífera, y el cardón, Euphorbia canariensis, dos especies endémicas y protegidas de Canarias. Acompañándolas se encuentra el balo, Proclama péndula, el hermoso romero marino, Campylanthus salsoloides, y más hacia la costa la lechuga de mar, Astydamia latifolia. Encontraremos otras especies más adelante.

Tabaiba dulce (Euphorbia balsamífera)


Romero marino (Campylanthus salsoloides)

Un poco antes de llegar a la Montaña del Mar, el paisaje está tan inalterado a pesar de los casi 10.000 años de la erupción de Montaña Grande, registrada como serie volcánica reciente o serie IV, que invita a imaginar la masa de lava incandescente, a 1000º, bajando hasta llegar al mar ¡Sobrecogedor!


Impresionante malpaís inalterado.

Hasta aquí el sendero ha ido llaneando, ahora nos toca subir a la montaña donde hay un mirador, vale la pena el esfuerzo pues la panorámica es bastante amplia.
Continuamos adelante hasta llegar a una bifurcación: a la derecha se sigue para ir Al Socorro y a la izquierda se sube para ir a la base de la Montaña Grande, que es nuestro objetivo.

Bajando de Montaña del Mar.


El paisaje va cambiando, ahora predomina la tabaiba salvaje, Euphorbia broussonetii, y el cardón. También vimos varios ejemplares de cardoncillo, Ceropegia fusca, y romero marino florecidos embelleciendo el entorno.

Cardoncillo (Ceropegia Fusca)

Cardón (Euphorbia canariensis)


En esta zona la actividad humana es patente, al principio se ven montículos de piedras haciendo las separaciones de áreas de cultivo o pastoreo y casi llegando a la montaña hay unas huertas con muros bien definidos y atarjeas. Probablemente estuvieron activas hasta el declive de la agricultura.
Esta es una zona arenosa y aunque parezca mentira su arena fue arrastrada por el viento desde las playas más cercanas hasta la ladera de la montaña, chocando con ella y depositándose en su base.
Iniciamos la bajada de la ruta, no sin antes reponer fuerzas saboreando algunos alimentos, descansando y compartiendo opiniones.

Atarjea

Continuamos nuestro camino entre más restos agrícolas, encontrando una bomba de agua y atarjeas.

Bomba de agua.

Decir que nuestro cardonal no nos abandonó hasta llegar al punto inicial de la ruta.


Terminando la ruta con la Montaña Grande al fondo.


Una experiencia inolvidable.

La ruta ha terminado pero no la diversión, es opcional.


CONSEJO: AUNQUE SEAN POCOS KILÓMETROS LLEVA BOTAS, BASTONES, GORRA Y AGUA.

BIBLIOGRAFÍA: