sábado, 23 de enero de 2021

LAS CASAS DE LA NEGRA.

 

LAS CASAS DE LA NEGRA.

La Gomera – Islas Canarias.

Sábado, 16 de enero de 2021.

Estoy ilusionada con esta ruta, porque, a la vez que es la primera en este año que comienza, hace mucho tiempo que no voy por esa zona.

Hay que aprovechar que la lluvia ha dejado un manto verde cubriendo las laderas y las lomadas del sur para disfrutar del paisaje. ¡Es un buen momento para ir!

La ruta de hoy es un tramo de la GR-132, que comienza en Alajeró y termina en Arguayoda, lo que significa que nos encontraremos con un sendero mucho más cuidado que otros caminos. ¡Eso espero!

Lo primero que debemos programar es dejar un coche en Arguayoda o que nos vayan a recoger, porque no hay transporte público ahí.

 Los Almácigos, Arguayoda y La Dama.

Nos situamos enfrente del Ayuntamiento de Alajeró donde hay estacionamientos, un parque, ya terminado, con su kiosco y la Iglesia de El Salvador un poco más abajo. Comenzamos a caminar por la calle que está a la derecha del Ayuntamiento, y continuamos hasta la intersección donde empieza a subir, pero nosotros continuamos de frente, por la Calle Zamora.

Casi a un kilómetro termina la carretera, encontrándonos un amplio paisaje a vista de pájaro, en el que se observa una parte de nuestro recorrido, sobre todo la loma de la carretera de Los Almácigos, por donde iremos a pasar.

Justo al terminar la carretera se encuentra el sendero descendente por donde vamos a bajar hasta el fondo de El Barranco de Charco Hondo, en cuya desembocadura está La Cantera, con su antigua fábrica de pescado.

Empezando el sendero.

En esta bajada hay que tener cuidado de no resbalar al pisar las hierbas, mojadas por el rocío.

Al finalizar el descenso nos encontramos con una pequeña represa, en este momento llena de agua, y unos charquitos que alegran la vista.



Al comenzar a subir por la otra ladera, si miramos hacia la represa vemos que está construida sobre un acantilado, y un poco más abajo, observamos las huertas que se beneficiaban de su agua, ahora abandonadas, como la mayoría en La Gomera.

Subiendo a Magaña.


Seguimos subiendo hasta un caserío casi derruido, utilizado como corral de gallinas y de cabras. Esta zona es Magaña.



Magaña.

Ahora, el camino va bajando junto a una gran casa rehabilitada y utilizada, probablemente, para turismo rural. Cruzamos hasta la pista asfaltada y caminamos por ella hasta el final de la misma.


A partir de aquí, el camino transcurre por la lomada que da a Los Almácigos.

En una degollada de la carretera podemos divisar el Barranco de La Negra y el caserío de La Manteca con su sendero zigzagueante.

Llegamos al final de la pista, donde hay un depósito de agua, construido recientemente.

Desde aquí se puede observar en toda su extensión la lomada de Los Almácigos, una gran llanura dedicada, en un pasado reciente, al cultivo de trigo y cebada.

Nuestra ruta sigue hacia la derecha, por un sendero que pasa junto a unas casas antiguas, habitada una de ellas, pues nos salió al encuentro un perrito.

Hace años, pasé por aquí y el sendero bajaba por una tosca, pero ahora, lo han acondicionado tallando unos escalones en la misma, que no pasan desapercibidos.

A los pocos metros llegamos al cruce de caminos, en el que, o se sigue a Los Almácigos o se baja a Las Casas de La Negra. No hay pérdida.

Casas de La Negra y subida a La Manteca.

De nuevo empezamos a bajar al fondo de otro barranco, esta vez, al Barranco de Almagrero que desemboca en el de La Negra, por la zona conocida como Las Casas de La Negra.

El paisaje nos brinda un suelo de tosca roja donde son abundante las cuevas, seguramente utilizadas como majada. Sobre estas toscas destaca una formación geológica parecida a un dique o taparucha muy llamativo.

Cuevas y taparucha.


Seguimos hasta el final de la bajada donde unos charquitos de agua hacen las delicias de todo caminante. Aquí decidimos descansar y tomar un tentempié.



Seguimos adelante, observando el palmeral del fondo del barranco, que está antes de llegar al caserío, propiamente dicho, Las Casas de La Negra.



Casas de La Negra.


Está ubicado sobre un promontorio, al centro de dos cañadas, la del Barranco de Almagrero y el de La Negra.

¡Sorpresa! Justo en el camino enfrente del caserío, me he tropezado con una población de cinco o seis ejemplares, muy llamativos, de romero marino (Campylanthus salsoloides) con sus flores rosadas, por lo que creo que no se trata de la variedad leucantha que tiene las flores blancas.

Si observamos detenidamente esta planta podremos apreciar que su tronco es leñoso, sus hojas en forma de agujas carnosas y alternas. Sus flores campaniformes, en racimo al final de los tallos, tienen cinco pétalos o lóbulos en su base de color blanco y en el interior del tubo amarillo. Tienen dos estambres. Su fruto es una cápsula pegajosa.

Sé que es una tontería emocionarme al ver esta flor, pero así fue.

Romero marino (Campylanthus salsoloides)


Tras detenernos en Las Casas de La Negra y especular sobre cómo sería vivir aquí, seguimos nuestro camino.

Casas de La Negra.


Llegamos a la intersección que sube en zigzag a La Manteca y el que continúa a Arguayoda. En este punto, una señal nos indica lo que hemos caminado y lo que nos falta. No hay pérdida.

Espectaculares cuevas y cascadas imaginarias ahora, no cuando llueve, alimentan nuestras ansias de conocer “in situ” el pasado reciente de nuestros abuelos.





Y seguimos … ahora a tomárselo con calma porque hay unas escaleras …

Llegamos a una lomada con una beta de almagre, en la que han excavado cuevas y construido embalses y huertas … más rastro de la actividad agraria y pastoril, de no hace mucho tiempo. La agricultura se abandonó, pero no la ganadería.



En el fondo del Barranco de La Negra observamos una pista y unas construcciones recientes, se trata de un pozo de agua potable.

Subimos otra escalera y ya llegamos a la loma de Arguayoda. El sol nos da de frente y estoy encandilada, las fotos no me van a salir bien.

Llegando a Arguayoda.


Ahora toca bajar hasta el caserío de Arguayoda, justo donde está la Ermita de San Sebastián, que celebra su fiesta el 20 de enero.

Hemos caminado 8 kilómetros.

Ermita de San Sebastián en Arguayoda.

No puedo terminar sin mencionar que en esta lomada hay tres caseríos: El Drago, La Manteca y Arguayoda, propiamente dicho, y que la ruta GR-132 continúa por la Rajita y llega a La Dama, donde hay un bar y servicio de transporte que sale a las 13:30 horas.

Mis amigos no habían hecho esta ruta y quedaron encantados, y yo … ¡para qué decir! Como dije al principio, hay que aprovechar de ir después de las lluvias pues este verdor solo se ve en pocas ocasiones. 

CONSEJO: A esta ruta no vayas solo, disfrutarás más en compañía.

                    No hagas montoncitos de piedras, todo está muy bien señalizado.

BIBLIOGRAFÍA:

 http://www.floradecanarias.com/campylanthus_salsoloides.html

https://www.atlasruraldegrancanaria.com/fichas_int.php?n=290

 http://www.ayuntamientoalajero.es/index.php/el-municipio/arguayoda/92-el-municipio/arguayoda






 

 

 

 

 

viernes, 22 de enero de 2021

EL BOSQUE DE LOS ENIGMAS.

 

EL BOSQUE DE LOS ENIGMAS.

Tenerife – Islas Canarias.

Miércoles, 30 de diciembre de 2020.

 

En mi entrada “La Pista de Las Hiedras” del día 7 de julio de 2020, hago un pequeño resumen sobre el Parque Rural de Anaga, que nos vendrá muy bien para la ruta de hoy.

En primer lugar, hay que conocer las restricciones de movilidad que tiene la isla de Tenerife, en este momento, por el tema del coronavirus. Así que, recomiendo llamar al Centro de Visitantes del Parque Rural de Anaga, ubicado en La Cruz del Carmen, para informaros.

Este día todos los senderos de Anaga están abiertos, no pueden ir grupos superiores a seis personas y se debe tener la mascarilla a mano para su uso en caso de no ser convivientes o cruzarse con otros senderistas.

¿A qué se debe el título de esta entrada?

El Bosque de los Enigmas no es el nombre de un bosque sino el nombre de una ruta autoguiada que transcurre en el Monte de Las Mercedes, municipio de San Cristóbal de La Laguna y un pequeño tramo en el municipio de Tegueste.


En su recorrido hay siete postes correspondientes a la información dada en el folleto, que se obtiene en el Centro de Visitantes, en el que se invita a parar, observar y responder a una serie de preguntas. La verdad es que está muy bien para tener un primer contacto con la laurisilva, afianzar conocimientos o para escolares.



La ruta es circular y comienza en el Mirador de Zapata, donde hay un panel informativo con un mapa del itinerario. Desde aquí se puede observar el mar de nubes que nos trae los vientos alisios, pero si está despejado podremos ver el Teide al fondo.

Mirador de Zapata y el Teide al fondo.


El Mirador de Zapata está en la carretera TF-143 que va a Los Batanes, para ello debemos dejar la carretera TF-12 que viene de Las Mercedes y coger la desviación, a la izquierda, antes de llegar a La Cruz del Carmen, está señalizada por lo que no hay pérdida.

A los pocos metros de caminar por el borde izquierdo de la carretera (yendo en dirección de Los Batanes) nos introducimos en la laurisilva, por un sendero también a la izquierda y debidamente señalizado. No lo debes confundir con un sendero que sube a la derecha de la carretera.



La única dificultad de esta caminata es desviarse por senderos de otras rutas que tienen otras señalizaciones. Pero no tiene pérdida si sigues los postes con una franja roja indicando el número desde el 1 al 7.

Hace un par de días que llovió, el suelo está perfecto para caminar y observar la vegetación. Las hojas están resplandecientes, llamándome la atención la cantidad de tejos (Erica scoparia ssp. platycodon) e hijas (Prunus lusitánica ssp. hixa) que hay en el lugar.

Tejo (Erica scoparia ssp. platycodom)


Y llegamos al número 2 de la ruta, ahí, un viejo laurel nos espera junto a otros árboles jóvenes, hojas secas y troncos muertos formarán parte del ciclo de la vida.

Viejo laurel (Laurus novocanariensis)

A partir de aquí el sendero se convierte en una pista de tierra muy cómoda para caminar, la cual no debes abandonar hasta llegar a la carretera asfaltada TF-143.

Ahora puede haber una pequeña confusión ¿Por dónde sigues, a la derecha o a la izquierda?

Nueva pista de tierra a la derecha.

Capitana (Phyllis nobla)


Con mucha precaución debes cruzar la carretera y caminar a la derecha hasta la entrada de una pista de tierra con una barra para impedir la entrada de coches, donde hay una señal que indica a La Cruz del Carmen. Debes seguir por ella, un buen tramo, y encontrarás una entrada a la derecha y un poco más adelante el poste número 3, junto a un abrevadero, un hueco tallado en la tosca para recoger agua, que servía para los animales de carga de la antigua casa forestal.

Casa Forestal.

Abrevadero.


Vamos llegando a la cumbre y la vegetación va cambiando por árboles más bajos el fayal-brezal, se ve que aquí el viento bate con fuerza.

Pasamos por el punto número 4 y llegamos a un cruce, la pista por donde habíamos venido, que ahora baja a la derecha y un sendero que indica que falta un kilómetro para llegar a La Cruz del Carmen. Debemos dejar la pista y coger el sendero.

Este camino se ensancha como una pista, hasta dar con una subida que han convertido en escalera de troncos, por lo resbaladizo del terreno.



Ya estamos cerca del estanque de agua potable, que está detrás del Restaurante Cruz del Carmen, y vemos una señal de otra ruta “La Hija Cambada”, a la derecha, que coincide con la nuestra en el número 6. Por ella debemos bajar, pero antes vamos al Mirador de La Cruz del Carmen, donde está el poste número 5.



En esta zona hay muchos servicios: restaurante, parada de guagua, mercadillo, oficina del Centro de Visitantes y el mirador. Así que podemos tomarnos un descanso y regresar sobre nuestros pasos al punto descrito anteriormente.

Así que bajamos por la ladera y nos encontramos unos brezos, con sus troncos torcidos que aparentemente están secos, formando un túnel muy llamativo.



¡Cuidado, hay que cruzar la carretera TF-143!

Justo enfrente, ves una señal que dice “La Hija Cambada” y un poste que te indica que vas en dirección al poste número 7, debes seguir esa ruta.

Encontrarás un terraplén con unas piedras grandes en medio. A la izquierda puedes ver coches estacionados a la salida de la pista, a la derecha sigue otra pista, pero nuestra ruta es por la pista de enfrente, donde ves el poste que nos indica que vamos por buen camino.

Cruce de senderos.


Seguimos bajando sin hacer caso a las intersecciones, ni siquiera de un sendero que dice “Zapata” que nos llevaría a un riachuelo. Debemos continuar hasta llegar a un terraplén donde hay un cartel que indica que la pista continúa hasta Las Mercedes y otra pista a la derecha a Zapata.

Recto continúa a Las Mercedes.


Ascenso al Mirador de Zapata.

Llegamos al final de la pista y empieza el ascenso por un sendero ancho hasta el Mirador de Zapata, fin de nuestra ruta.

Este último tramo, aunque es un antiguo camino, a trozos empedrado, bien conservado, hay que tomarlo con calma pues la pendiente obliga a descansar.



En total hemos caminado 5 kilómetros, con un desnivel de 600 metros. Ha sido una ruta bastante cómoda por lo corta y porque el suelo no estaba mojado, de ser así habría que ir con mucho cuidado por lo resbaladizo del terreno.

Nos fuimos muy contentos ¡La laurisilva nunca defrauda!

CONSEJO: No dejes rastro de tu paso.

                    No vayas en bicicleta por los senderos.

                    Cuando te cruces con otro senderista ponte la mascarilla.

BIBLIOGRAFÍA: Folleto informativo de la ruta.