viernes, 22 de enero de 2021

EL BOSQUE DE LOS ENIGMAS.

 

EL BOSQUE DE LOS ENIGMAS.

Tenerife – Islas Canarias.

Miércoles, 30 de diciembre de 2020.

 

En mi entrada “La Pista de Las Hiedras” del día 7 de julio de 2020, hago un pequeño resumen sobre el Parque Rural de Anaga, que nos vendrá muy bien para la ruta de hoy.

En primer lugar, hay que conocer las restricciones de movilidad que tiene la isla de Tenerife, en este momento, por el tema del coronavirus. Así que, recomiendo llamar al Centro de Visitantes del Parque Rural de Anaga, ubicado en La Cruz del Carmen, para informaros.

Este día todos los senderos de Anaga están abiertos, no pueden ir grupos superiores a seis personas y se debe tener la mascarilla a mano para su uso en caso de no ser convivientes o cruzarse con otros senderistas.

¿A qué se debe el título de esta entrada?

El Bosque de los Enigmas no es el nombre de un bosque sino el nombre de una ruta autoguiada que transcurre en el Monte de Las Mercedes, municipio de San Cristóbal de La Laguna y un pequeño tramo en el municipio de Tegueste.


En su recorrido hay siete postes correspondientes a la información dada en el folleto, que se obtiene en el Centro de Visitantes, en el que se invita a parar, observar y responder a una serie de preguntas. La verdad es que está muy bien para tener un primer contacto con la laurisilva, afianzar conocimientos o para escolares.



La ruta es circular y comienza en el Mirador de Zapata, donde hay un panel informativo con un mapa del itinerario. Desde aquí se puede observar el mar de nubes que nos trae los vientos alisios, pero si está despejado podremos ver el Teide al fondo.

Mirador de Zapata y el Teide al fondo.


El Mirador de Zapata está en la carretera TF-143 que va a Los Batanes, para ello debemos dejar la carretera TF-12 que viene de Las Mercedes y coger la desviación, a la izquierda, antes de llegar a La Cruz del Carmen, está señalizada por lo que no hay pérdida.

A los pocos metros de caminar por el borde izquierdo de la carretera (yendo en dirección de Los Batanes) nos introducimos en la laurisilva, por un sendero también a la izquierda y debidamente señalizado. No lo debes confundir con un sendero que sube a la derecha de la carretera.



La única dificultad de esta caminata es desviarse por senderos de otras rutas que tienen otras señalizaciones. Pero no tiene pérdida si sigues los postes con una franja roja indicando el número desde el 1 al 7.

Hace un par de días que llovió, el suelo está perfecto para caminar y observar la vegetación. Las hojas están resplandecientes, llamándome la atención la cantidad de tejos (Erica scoparia ssp. platycodon) e hijas (Prunus lusitánica ssp. hixa) que hay en el lugar.

Tejo (Erica scoparia ssp. platycodom)


Y llegamos al número 2 de la ruta, ahí, un viejo laurel nos espera junto a otros árboles jóvenes, hojas secas y troncos muertos formarán parte del ciclo de la vida.

Viejo laurel (Laurus novocanariensis)

A partir de aquí el sendero se convierte en una pista de tierra muy cómoda para caminar, la cual no debes abandonar hasta llegar a la carretera asfaltada TF-143.

Ahora puede haber una pequeña confusión ¿Por dónde sigues, a la derecha o a la izquierda?

Nueva pista de tierra a la derecha.

Capitana (Phyllis nobla)


Con mucha precaución debes cruzar la carretera y caminar a la derecha hasta la entrada de una pista de tierra con una barra para impedir la entrada de coches, donde hay una señal que indica a La Cruz del Carmen. Debes seguir por ella, un buen tramo, y encontrarás una entrada a la derecha y un poco más adelante el poste número 3, junto a un abrevadero, un hueco tallado en la tosca para recoger agua, que servía para los animales de carga de la antigua casa forestal.

Casa Forestal.

Abrevadero.


Vamos llegando a la cumbre y la vegetación va cambiando por árboles más bajos el fayal-brezal, se ve que aquí el viento bate con fuerza.

Pasamos por el punto número 4 y llegamos a un cruce, la pista por donde habíamos venido, que ahora baja a la derecha y un sendero que indica que falta un kilómetro para llegar a La Cruz del Carmen. Debemos dejar la pista y coger el sendero.

Este camino se ensancha como una pista, hasta dar con una subida que han convertido en escalera de troncos, por lo resbaladizo del terreno.



Ya estamos cerca del estanque de agua potable, que está detrás del Restaurante Cruz del Carmen, y vemos una señal de otra ruta “La Hija Cambada”, a la derecha, que coincide con la nuestra en el número 6. Por ella debemos bajar, pero antes vamos al Mirador de La Cruz del Carmen, donde está el poste número 5.



En esta zona hay muchos servicios: restaurante, parada de guagua, mercadillo, oficina del Centro de Visitantes y el mirador. Así que podemos tomarnos un descanso y regresar sobre nuestros pasos al punto descrito anteriormente.

Así que bajamos por la ladera y nos encontramos unos brezos, con sus troncos torcidos que aparentemente están secos, formando un túnel muy llamativo.



¡Cuidado, hay que cruzar la carretera TF-143!

Justo enfrente, ves una señal que dice “La Hija Cambada” y un poste que te indica que vas en dirección al poste número 7, debes seguir esa ruta.

Encontrarás un terraplén con unas piedras grandes en medio. A la izquierda puedes ver coches estacionados a la salida de la pista, a la derecha sigue otra pista, pero nuestra ruta es por la pista de enfrente, donde ves el poste que nos indica que vamos por buen camino.

Cruce de senderos.


Seguimos bajando sin hacer caso a las intersecciones, ni siquiera de un sendero que dice “Zapata” que nos llevaría a un riachuelo. Debemos continuar hasta llegar a un terraplén donde hay un cartel que indica que la pista continúa hasta Las Mercedes y otra pista a la derecha a Zapata.

Recto continúa a Las Mercedes.


Ascenso al Mirador de Zapata.

Llegamos al final de la pista y empieza el ascenso por un sendero ancho hasta el Mirador de Zapata, fin de nuestra ruta.

Este último tramo, aunque es un antiguo camino, a trozos empedrado, bien conservado, hay que tomarlo con calma pues la pendiente obliga a descansar.



En total hemos caminado 5 kilómetros, con un desnivel de 600 metros. Ha sido una ruta bastante cómoda por lo corta y porque el suelo no estaba mojado, de ser así habría que ir con mucho cuidado por lo resbaladizo del terreno.

Nos fuimos muy contentos ¡La laurisilva nunca defrauda!

CONSEJO: No dejes rastro de tu paso.

                    No vayas en bicicleta por los senderos.

                    Cuando te cruces con otro senderista ponte la mascarilla.

BIBLIOGRAFÍA: Folleto informativo de la ruta.

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