RUTA POR TRES PRESAS:
AMALAHUIGUE, RASO VOLTEADO Y MERIGA.
La Gomera – Islas
Canarias.
Domingo, 19 de septiembre
de 2021.
Estoy animada porque hoy
voy a hacer una ruta nueva para mí, y a la vez un poco expectante por las
subidas y bajadas pronunciadas que tiene el terreno, aunque la dificultad técnica
es baja yo la calificaría entre media y alta.
Vamos a situarnos en la
presa de Amalahuigue, conocida también como la presa de Las Rosas, en el
municipio de Agulo.
Presa de Amalahuigue. |
Esta presa fue construida en 1983, con hormigón y escollera camuflada con vegetación de laurisilva, de forma que no es visible desde la carretera.
Su
capacidad es de un millón de metros cúbicos, convirtiéndose en la más grande de
La Gomera y una de las más importante de Canarias. Sin embargo, desde su
construcción, rebosó por primera vez el 5 de marzo de 2005, siendo lo normal
que esté a menos de su capacidad.
En
este momento y tras un verano muy seco está casi vacía. Espero que llueva
pronto pues la situación es crítica.
Empezamos
la caminata por la pista que está paralela a la presa, a nuestra izquierda,
donde hay una señal indicativa.
Inicio de la ruta. |
Subimos cómodamente por la pista observando el fondo de la presa, ahora visible, las huertas cultivadas de millo (Zea mays) en sus alrededores, casas tradicionales derruidas por el tiempo, otras rehabilitadas, el sentir religioso en un nicho en la entrada de una de las viviendas y, por supuesto, la vegetación: hayas (Morella o Myrica faya), brezos (Erica arborea), helechos (Displazium caudatum), palmeras (Phoenix canariensis), zarzas (Rubus ulmifolius) y destacando un árbol que podría ser una sabina (Juniperus turbinata ssp. canariensis).
Llegamos hasta el final donde hay un tanque redondo, metálico, pintado de verde y … el motivo de la construcción de esta pista: el trasvase de agua desde el barranco de La Palmita hasta aquí, la presa de Amalahuigue.
Trasvase. |
Enfrente está el trasvase y a la derecha un pequeño puente de cemento sin barandillas, para salvar el barranco de Las Hiedras o barranco de Las Rosas, junto a unos saos (Salix canariensis), por el que debemos seguir.
Ahora
comienza una subida bastante pronunciada, por un sendero poco transitado, pero
visible. No te preocupes porque es corto, 400 metros. Estamos en la zona
conocida como Raso Volteado.
Subida por Raso Volteado. |
Al terminar la subida, debes ir fijándote bien a la izquierda para encontrar un pequeñísimo sendero desde el que se ve la presa del Raso Volteado.
Es
una pequeña presa que fue construida por el ayuntamiento de Agulo, para recoger
las escorrentías de los manantiales del lugar. Ahora está casi seca.
Presa del Raso Volteado. |
Debemos rodear la presa por un sendero en el que podemos apreciar unas hiedras (Hedera canariensis) formando lianas, que justifican el nombre del barranco y unas píjaras (Woodwardia radicans).
Hiedras (Hedera canariensis). |
Nos gustaría volver cuando la presa esté llena, pero… ¡Cuidado! Si está llena el sendero desaparece porque está más bajo que su muro.
Cuando
hayamos rodeado la presa nos vamos a encontrar una pista de tierra, que al
principio está cubierta de vegetación, pero a medida que avanzamos se va
despejando. Esta pista, de 1,2 kilómetros, fue construida sólo para dar acceso
a la presa.
Hoy
estamos disfrutando de un día nublado que le da al monte ese aspecto misterioso
que ya echaba en falta.
Seguimos subiendo por la pista que va zigzagueando, lo cual hace muy agradable el paseo hasta llegar a la carretera asfaltada que va de La Laguna Grande a Juego de Bolas, junto a una flecha de senderismo indicando la ruta que hemos hecho.
En
este punto debes subir a la derecha por la carretera, con mucho cuidado porque
no tiene arcén y es transitada por vehículos.
A
los 100 metros encontramos un sendero a la izquierda, bien señalizado, que nos
llevará a La Palmita.
Carretera que va de La Laguna Grande a Juego de Bolas. |
Se suben unos escalones para luego bajar una pendiente bastante pronunciada.
El
paisaje ha cambiado, estamos ahora entre un fayal-brezal de cumbre formado por
árboles bajos de tipo matorral, llamándonos la atención las tierras rojas del
lugar. Para completar la información puedes leer la entrada al blog titulada
“Caminando por pistas” del 12 de enero de 2019, donde hablo de este suelo ya
que esa ruta está solo a un kilómetro de aquí, aproximadamente.
Sendero de tierra roja que baja a La Palmita. |
Hoy el cielo está cubierto y no se puede apreciar ni el paisaje ni el Teide, pero en compensación es muy agradable caminar con la niebla.
Antes
de llegar al caserío de La Palmita se termina el sendero en una pista asfaltada
que da a una vivienda. Es difícil ver la continuación del sendero, está justo
enfrente, donde termina la pista a la izquierda de un hermoso castaño (Castanea
sativa).
Entrada oculta junto a un castaño (Castanea Sativa) |
A los pocos metros se convierte en un camino vecinal con barandas que desciende hasta la carretera de La Palmita enfrente de la Ermita de San Isidro Labrador.
Llegando a la carretera de La Palmita. |
La ermita es de piedra y tejas al estilo tradicional, en su interior alberga las imágenes del Patrón y de la Virgen de Fátima
La
fiesta patronal es el fin de semana más próximo al día de San Isidro Labrador
el 15 de mayo, destacando el paseo romero y la procesión, suspendidos por
ahora.
En
la plaza hay un centro social y una zona recreativa con mesas, fogones y baños,
pero ahora está cerrada con una cancela.
Ermita de San Isidro Labrador en La Palmita. |
Tras un pequeño descanso, seguimos nuestra ruta por la derecha y casi al fondo de la plaza, descendiendo por un camino empedrado entre pinos (Pinus canariensis).
Llegamos
a una pista asfaltada, calle Las Eras, que debemos tomar a la derecha. Justo
enfrente hay una señal que nos indican que Meriga está a 3,7 kilómetros.
Seguimos
adelante por la pista sin desviarnos por las entradas que nos iremos encontrando.
A nuestra izquierda está el barranco de la Palmita con su exuberante
vegetación, algunas casas y andenes de cultivo.
Barranco de La Palmita. |
Dejamos la pista asfaltada y seguimos de frente. |
A unos 500 metros, aproximadamente, tenemos que dejar la pista asfaltada, que va a subir a nuestra derecha, y seguir recto por la pista que ahora es de cemento, hasta una intersección que debemos ir por la derecha que es de tierra y más próxima al barranco pues debemos atravesarlo.
Una
vez que atravesamos el barranco por un puente de cemento y con barandillas
seguimos por el sendero empedrado en algunos tramos, hasta llegar a un torreón
de luz junto a una casa. En este lugar hay unas señales indicativas que debemos
leer bien para no equivocarnos y subir a Los Aceviños, que no es nuestro
objetivo.Torreón de la luz y cruce de senderos.
El
sendero que debemos tomar está a la derecha junto a la casa. En principio
podríamos pensar que es el patio de la casa, pero pronto nos damos cuenta que
es un camino que baja junto al barranco y que al terminar se convierte en una
pista de tierra.
Volvemos
a pasar por un pequeño puente de cemento y barandillas y empezamos a subir. En
pleno ascenso tenemos que mirar a nuestra derecha, pues vamos a ver las rejas
del azud hecho en el barranco para el trasvase que lleva el agua a la presa de
Amalahuigue, mencionado anteriormente.
Trasvase. |
Seguimos pista arriba dejando a la derecha la que va al trasvase, hasta llegar a la carretera de Los Aceviños. Mientras, nos hemos encontrado un molino de agua derruido y unas huertas con árboles frutales llenitos de fruta.
Seguimos
a la derecha por la carretera un par de metros hasta la señal que nos indica
nuestra ruta. Dejamos la carretera y tomamos la pista a la izquierda que va a
un par de viviendas, convirtiéndose en camino, sendero y pista por tramos hasta
llegar a la carretera de La Palmita a la altura de Serpa, donde hay unas
señales indicativas.
Dejamos la carretera de Los Aceviños. |
Carretera de La Palmita. |
Seguimos la carretera hacia la izquierda, teniendo precaución, aunque el tráfico sea poco, hasta llegar a una gran curva que asciende. Dejamos la carretera y giramos a la izquierda por una pista de tierra que entra a Meriga.
Ahora
la vegetación es de fondo de valle, donde los árboles son altos y tienen una
gran humedad.
A
los pocos metros, ignoramos la pista que va a El Cedro y seguimos de frente.
Meriga. |
Me encanta este tipo de monte, me llena de energía. Lo recomiendo a las personas que quieren tomar contacto con la naturaleza sin caminar mucho.
Llegamos
a un punto donde hay una señal indicándonos un sendero circular en torno a la
presa de Meriga, y retorna aquí mismo.
¡Oh!
La presa está totalmente vacía. Espero que llueva pronto.
Presa de meriga. |
Este pequeño paseo lo tengo descrito en la entrada al blog titulada “Circular MerigaLos Aceviños” del día 23 de mayo de 2018, en la que cuento cómo se construyó la presa y un resumen del Parque Nacional de Garajonay.
Regresamos
a la entrada de Meriga dando por terminada la caminata tras recorrer 8
kilómetros, aproximadamente.
Si
te ves con fuerzas puedes completar la circular subiendo al Raso del Quebradón,
bajar a Cruz de Tierno y de ahí a la presa de Amalahuigue, que serían 16
kilómetros.
NOTA:
Estaba ya en casa cuando a las 15,10 horas explotó el volcán de La Palma en la
zona de Cabeza de Vaca en Cumbre Vieja.
CONSEJO:
Las caminatas con mucho desnivel, mejor las tomas con calma.
Viendo
tres presas secas, mejor es no malgastar el agua.
BIBLIOGRAFÍA:
Capacidad y reboso de la
presa Amalahuigue: