CIRCULAR MERIGA
LOS ACEVIÑOS.
Sábado, 12 de
mayo de 2018.
Tras una ruta del Sur, como fue la de Tejiade nos apetecía hacer una
que fuera refrescante, así que nada mejor que adentrarnos en nuestro
maravilloso monte de laurisilva.
¿Pero, a dónde ir? Debería ser una ruta cómoda, fresca e
interesante. En realidad todas las del Parque Nacional de Garajonay
lo son.
Al final decidimos hacer una circular desde Meriga a los Aceviños,
volviendo al punto de partida.
Empezamos en la curva de la carretera de La Palmita, en la que está
la entrada al Barranco de Meriga. De ahí parte una pista que nos
lleva a la Presa de Meriga y otra, a la izquierda, que llega hasta el
Cedro, ambas de tierra. Hay señales que lo indican, pero no están
en la misma curva sino a unos diez metros de la entrada.
Estas dos pistas las dejamos para el final porque vamos a seguir las
agujas del reloj, es decir, cogemos la carretera asfaltada de La
Palmita y seguimos adelante bajando.
A los cinco minutos caminando
encontramos una señal que indica Agulo. Bajamos por ese sendero que
no sólo da a las casas y terrenos sino que también a la carretera
de Los Aceviños. Estamos en Serpa.
Seguimos por la carretera asfaltada de Los Aceviños y a cincuenta
metros, aproximadamente, vemos una señal indicando un sendero a la
derecha por un barranco cuya vegetación de laurisilva se mezcla con
la de antiguos bancales. Hay un naranjo repleto de fruta, agua en el
camino y el canto de los pájaros nos hace detener ... ¡Escucha!...
Este instante es para retener en tu memoria.
Todo el sendero es ascendente pero como discurre entre la sombra de
un fayal brezal, no nos cansamos.
El camino finaliza en una pista de
tierra, debemos seguir a la derecha hasta un cartel que indica que
entramos en el Parque. Justo ahí, en frente del cartel, a la
izquierda, comienza un sendero descendente que no está señalizado y
que nos lleva cerca de la ermita de Los Aceviños.
Subimos un par de metros, a la izquierda, por una pista asfaltada y
ya estamos en la plaza.
Descansamos, y mientras les voy a hacer un pequeño resumen de
historia.
Los Aceviños es un pequeño caserío, perteneciente a Hermigua, que
en su mayor esplendor llegó a tener 200 habitantes, esto fue en el
siglo XIX, bajando en 1991 a 28 personas. En la actualidad ha habido
un aumento poblacional estando empadronados 90 vecinos.
Ermita de San Benito Abad en Los Aceviños. |
Hay un sacerdote francés muy querido por todos, que llegó a
Hermigua en 1941. Se trata de Don Mario Lhermet Vallier, cuya mayor
preocupación es la formación de los jóvenes cuando terminaban en
la escuela, lo que le llevó a fundar la academia Cristo Rey para
bachillerato. Tuvo mucho éxito hasta que el Ministerio de Educación
asumió todas las competencias, que fue a mediados de los años 70, y
la Academia se quedó sin alumnado.
Esto llevó a vender el edificio al Ayuntamiento por un módico
precio, pues quería construir una pista que comunicara Los Aceviños
con Hermigua. Él, personalmente, dirigió la obra que no llegó a
terminar y que en la actualidad está llena de matorrales.
Al mismo tiempo que la pista, 1974, empezó a construir una iglesia
en los Aceviños de grandes dimensiones pero tampoco logró
terminarla y tras su muerte cae en el abandono. Se llamaba la ermita
del Sagrado Corazón de Jesús.
Décadas más tarde decidieron su rehabilitación, pero se consideró
mejor tirarla y construir una más pequeña con plaza, zona
recreativa, baños y jardines, inaugurándose en 2003. Su patrón es
San Benito Abad que da nombre a la ermita y también está San Ramón
Nonato.
Su fiesta se celebra en la primera quincena de julio.
Tras el descanso, continuamos la ruta, subiendo por la derecha hacia
arriba, por la pista que nos llevará a la de Meriga-El Cedro.
Caminamos un kilómetro y llegamos a un cruce con carteles
indicativos. Si seguimos a la izquierda terminaríamos en El Cedro,
pero nosotros queremos hacer la circular terminando en Meriga, así
que tomamos la derecha.
Son 3,8 kilómetros de pista de tierra entre un paisaje de fayal
brezal en unas ocasiones y en otras laurisilva de fondo de valle.
Encontramos en ella el viñátigo, laurel, haya, brezo, follao,
acebiño, saúco, capitana, algaritofe, píjara, helecho, arcila,
geranio canario, cabezón, calamita…
Es un buen lugar para estudiar las plantas del monte.
Llegamos al punto de partida y decidimos subir a ver la presa de
Meriga, pues la han limpiado y acondicionado para que los estudiantes
puedan hacer una bonita excursión.
En el caminos pudimos ver violetas, alhelíes de monte, una gibalbera
y tabaibas de monte gigantes.
Al llegar hicimos una circular alrededor de la presa, la cual estaba
llena, reflejándose los árboles en el agua y acompañándonos el
canto de los pájaros. Sigue siendo un lugar mágico, como lo
describí en mi entrada “Un paseo bajo la lluvia” del día
25 de febrero de 2014.
Presa de Meriga. |
Recomiendo este recorrido de kilómetro y medio para personas que no
pueden caminar mucho y que quieren disfrutar de la laurisilva.
Antes de terminar voy a hacer un breve resumen sobre el PARQUE
NACIONAL DE GARAJONAY.
Digamos que los aborígenes no influyeron en la desaparición de
superficie del monte y que fue en la incorporación a la Corona de
Castilla cuando empezó a utilizarse como recurso de materiales,
provocando la desaparición de algunas áreas. Este hecho obligó a
los Cabildos a poner ordenanzas para evitar la explotación masiva
del bosque.
A pesar de la vigilancia, el monte se fue reduciendo de forma
paulatina. Era un recurso en la precaria economía de la época.
Antes de los años 40, en el monte había ganado que pastaban
libremente y fue el Ayuntamiento de Hermigua el que empezó a
prohibir esa actividad, y el resto de los ayuntamientos le
secundaron.
Otro peligro para el monte fue la idea de la Administración Forestal
del Estado en repoblarlo con pinos, para lo cual tenían que talar la
laurisilva. A esta medida se opusieron todas las autoridades de La
Gomera, porque para los gomeros el monteverde es un bien de
incalculable valor.
Todavía hoy día se pueden observar los bosques de pino fuera del
Parque, porque los que estaban en su interior se fueron talando poco
a poco, volviéndose a repoblar con laurisilva.
Fue en 1974 cuando se solicita la creación del Parque Nacional de
Garajonay. Pero existe una traba, la construcción de la presa de
Meriga dentro del Parque, y de grandes dimensiones. Al final se
acordó hacer la presa de Amalahuigue y que la de Meriga fuese un
pequeño azud con escasa incidencia sobre el Parque.
Por fin, el 25 de marzo de 1981 se declara al monte de La Gomera
Parque Nacional de Garajonay y el 30 de mayo de 1986 Patrimonio de la
Humanidad.
Ahora el Parque está muy protegido pero existen dos nuevos enemigos,
el turismo masificado y los incendios, como el de 2012 que supuso un
gran retroceso y que ha dejado zonas de difícil recuperación.
Esperemos que las personas sean conscientes del daño que produce no
seguir las normas y las respeten por el bien de todos.
Hemos terminado la ruta, caminando algo más de 10 kilómetros en
total. Estamos muy contentos pues el contacto con la naturaleza es
muy estimulante.
Flor del algaritofe (Cedronella canariensis) |
CONSEJO: SI VISITAS EL PARQUE NO LO HAGAS EN BICICLETA.
BIBLIOGRAFÍA:
Los Parques Nacionales Españoles (Una aproximación histórica) de
Joaquín Fernández Sánchez y Rosa Pradas Regel.
Por las pistas tampoco se puede ir en bici?
ResponderEliminarGracias por tu comentario, espero que te haya servido de ayuda mi blog. Según la normativa de visita del Parque Nacional de Garajonay "Las bicicletas están permitidas en las carreteras asfaltadas y en la mayor parte de las pistas de tierra, excepto aquellas en las que expresamente está señalizada su prohibición. No están permitidas en los senderos."
Eliminarhttps://www.miteco.gob.es/es/red-parques-nacionales/nuestros-parques/garajonay/guia-visitante/recomendaciones.aspx
Excelente relato y reportaje
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