lunes, 9 de noviembre de 2020

CASERÍO DE IMADA Y BARRANCO DE GUARIMIAR.

 

CASERÍO DE IMADA Y BARRANCO DE GUARIMIAR.

La Gomera – Islas Canarias.

Sábado, 3 de octubre de 2020.

¡Qué emoción! Hoy vamos a hacer una ruta que ya hemos realizado varias veces, pero hace muchos años y que para mí es un reto, porque hay un tramo en el camino que me da vértigo, veremos qué ocurre.

Tengo un poco de incertidumbre porque está pronosticado fuertes vientos y pasar por el precipicio puede ser peligroso. ¡No adelantemos acontecimientos!

Nos situamos en la carretera que va de Pajarito a Playa de Santiago, a la altura de unos tanques de agua que están un poco más abajo de la Ermita de Nuestra Señora del Paso. Ahí comienza un sendero empedrado y bien señalizado que nos llevará al Caserío de Imada.

Comienzo de la ruta.

La bajada es pendiente, así que lo mejor es tomárselo con calma, pero si eres joven puedes bajar hasta corriendo, pues el camino está bastante bien conservado.


Bajada pronunciada.

En nuestro descenso, mirando a las montañas de nuestra izquierda, se puede observar un pequeño pinar, que tiene la particularidad de que es uno de los pocos reductos de PINO CANARIO EN ESTADO NATURAL. Ya hablé de ello en mi anterior entrada “Alto de Garajonay y Pinar de Argumame”. A nuestra derecha vemos la silueta del Roque de la Púa (según un lugareño) y el Roque de Imada.


Pinar al fondo.

Seguimos bajando y atravesamos un canal de agua en desuso, muestra de la actividad agraria y caudal existente en un pasado no muy remoto.


Me sorprendió gratamente ver el aprovechamiento de una roca para hacer un corral de ovejas, signo de que todavía hay gente ganadera en Imada.


El Caserío de Imada, que lo estamos viendo desde que empezamos a descender, es un pequeño núcleo con 150 habitantes y unas cuantas casas diseminadas ya deshabitadas. Y como hemos venido observando está en el fondo de un valle entre montañas de cierta altura, por el que discurre el barranco central, Retafe, que recoge el agua de varias cañadas provenientes, algunas de ellas, de lo más alto de la Isla y que desemboca en Guarimiar y luego se une al de Benchijugua, llamándose ahora Barranco de Santiago.


Las laderas de Imada están surcadas por bancales, necesarios para retener la tierra de cultivo, y salpicadas de una gran cantidad de palmeras, embellecidas por las flores de los almendros en primavera.  


La actividad de las personas mayores sigue siendo la agricultura y la ganadería y los jóvenes se dedican a la hostelería.

Este barrio dispone de Casa Cultural, cancha polideportiva cubierta, plaza y Ermita de Santa Ana cuya fiesta se celebra en junio, el bar cafetería “Arcilia” y el Hotel Rural Imada, en lo que fue la escuela unitaria y vivienda del maestro/a, abierto en 2018. También dispone de transporte público de guaguas (autobuses).


Ermita de Santa Ana.

Es un lugar muy atractivo, donde todavía se puede escuchar el sonido de la Naturaleza. La paz y la calma reinan a estas horas de la mañana.

Seguimos a la derecha por la carretera y bajamos unas escaleras que están pegadas al polideportivo, continuamos justo al lado de la plaza y Ermita, hasta llegar al sendero que nos conducirá al Barranco de Guarimiar.

La arquitectura tradicional se ve reflejada en las construcciones que nos vamos encontrando, unas abandonadas y destejadas por el paso del tiempo y otras conservadas.



El sendero transcurre a la derecha del barranco, bastante ancho y sin dificultades. Enfrente vemos el Lomo de Lasadoy o Azadoe, me recordó la primera vez que caminé por Lasadoy y miré hacia Guarimiar y vi el precipicio tan escarpado que me dije que nunca podría pasar por ahí, sin embargo lo he caminado varias veces.



Lomo de Lasadoy enfrente.

El cauce del barranco que viene de Imada se precipita en una caída de más de 100 metros verticales llamándose ahora de Guarimiar.


Barranco de Guarimiar.

Barranco de Guarimiar.

Y llegamos al lugar más angosto del barranco, el sendero está labrado en el almagre entre dos coladas de basalto totalmente vertical. Tiene una anchura como de metro y medio, dotado de una barandilla de soga, que quita el miedo. Esta barandilla es nueva para mí y supone ir con más tranquilidad.


El que no tenga vértigo puede disfrutar de un paisaje único y apreciar la profundidad del estrecho barranco.


Terminado este tramo el sendero desciende hasta el Caserío de Guarimiar sin ninguna complicación.

Este caserío está casi deshabitado utilizándose algunas casa destejadas como gallinero o corral de cabras y otras están rehabilitadas. La carretera, ahora asfaltada, llega hasta el final.


En el Caserío de Guarimiar.

Llegados aquí, hay dos opciones, ir por la carretera a la izquierda del barranco o continuar por el sendero a la derecha del barranco.

Decidimos ir por el sendero, aunque es más largo el recorrido. Hay señales indicativas. Casi al salir del pueblo nos cruzamos con dos senderos que se unen al que baja de Targa.

Desde este lado del barranco podemos observar un grupo de casas también de Guarimiar donde se encuentra la Ermita de Guarimiar.



Ermita de Guarimiar.

Un poco más abajo, y enfrente de donde vamos caminando, está el barrio de El Cabezo, en el filo del Lomo de Lasadoy, justo en el límite con el Barranco de Benchijigua.


El Cabezo.
Nosotros terminamos en el barrio de El Rumbazo, que está en una ladera bastante pendiente, pero al que llega una carretera asfaltada.

El Rumbazo.

Bajamos hasta el fondo del barranco cuyo caudal en época de lluvias debe ser bastante grande porque, como ya dije, se unen el de Guarimiar y el de Benchijigua.

Seguimos caminando hasta el barrio de Taco, donde descansamos un poco y seguimos adelante hasta llegar enfrente de la planta de áridos.


Playa de Santiago está muy cerca pero decidimos llamar un taxi, habiendo recorrido 11 kilómetros aproximadamente.

En esta ruta hay muchas bajadas, por lo tanto hay que ir provistos para ella con bastones y rodilleras, el que lo necesite.

El buen tiempo nos acompañó en todo el camino. Estoy muy contenta y animada para hacer otros senderos.

¡¡¡Reto cumplido!!!

CONSEJO:

Agua, gorra, bastones y protector solar que no falten.

Rodillera para el que lo necesite.

Cámara fotográfica para el recuerdo.

NOTA: Guaguas.

Línea 3: Imada- Alajeró- San Sebastián.

Conecta con Hermigua- Agulo- Vallehermoso en la Estación de Guaguas de San Sebastián a través de la línea 2 y con Valle Gran Rey a través de la línea 1.

BIBLIOGRAFÍA:

https://www.holaislascanarias.com/lugares-con-encanto/la-gomera/caserio-de-imada/

http://www.ayuntamientoalajero.es/index.php/el-municipio/imada/94-el-municipio/imada

https://es-la.facebook.com/notes/isla-de-la-gomera/conoce-tu-tierra-gomera-imada-alajer%C3%B3/249581878398936

(Aquí se puede encontrar los nombres de todos los barranco, cañadas, caseríos y algunas personas de Imada)

https://www.eltambor.es/el-hotel-rural-de-imada-celebro-unas-jornadas-de-puertas-abiertas/


jueves, 5 de noviembre de 2020

ALTO DE GARAJONAY Y PINAR DE ARGUMAME.

ALTO DE GARAJONAY Y PINAR DE ARGUMAME.

Sábado, 26 de septiembre de 2020.

La Gomera – Islas Canarias.


Hoy vamos a caminar en el municipio de Vallehermoso, haciendo una circular desde La Laguna Grande hacia el Alto de Garajonay, regresando por el Pinar de Argumame.

Salimos muy temprano porque está previsto mucho calor y caminaremos en la zona más alta de La Gomera.

Nunca he hablado de La laguna Grande en mis entradas, a pesar de que siempre ha sido un referente y punto de encuentro para nosotros, ya es hora de hacer un pequeño resumen.

La Laguna Grande es una depresión semicircular de 160 metros de diámetro y 5 metros de profundidad. Su origen geológico es incierto, se cree que podría ser un cráter tipo “maar” que, en este caso, se inunda de agua cuando llueve hasta su evaporación y donde no crecen los árboles. Lo contrario de su alrededor con un fayal- brezal bastante conservado. Es de admirar la altura de los brezos (Erica arborea) y si hay niebla dan un aspecto mágico al entorno.

Para acceder a este lugar debemos tomar la carretera GM-2 y pararnos enfrente de la carretera a Juego de Bolas, donde hay una de sus dos entradas, no hay pérdida porque todo está señalizado.

Este lugar ha sido aprovechado como zona recreativa en la que se encuentran parques infantiles, fogones, que solo se pueden utilizar en invierno por el riesgo de incendio, mesas, un horno para hacer pan, un lagar decorativo, una base meteorológica, dos aparcamientos… Dispone, además, de un restaurante y unos aseos públicos. Camuflado entre la vegetación se encuentra el Centro de Información del Parque Nacional de Garajonay.

Y sí…, casi me olvido de las leyendas sobre brujas que existen de este emblemático lugar y del tagoror donde se reunían los aborígenes.

Ahora... a comenzar la caminata.


Comienzo de la ruta.

Nos dirigimos hacia los burritos de madera donde hay una señal indicativa del camino y subimos el sendero con peldaños de troncos.

Llegamos a la carretera dorsal GM-2 entre el fayal- brezal propio de la zona, bastante recuperado tras el gran incendio de 2012. Seguimos por el mismo sendero, que ahora transcurre paralelo a la carretera.


Penetra un poco en el interior y vuelve a llevarnos a la dorsal, ahí encontraremos carteles informativos muy interesantes y una pista de tierra que debemos seguir.



Cuando lleguemos a un cruce de pistas: una viene de Los Llanos de Crispín, otra va al Pinar de Argumame y la otra es por donde hemos venido caminando. Dejamos las pistas y subimos por una escalera con peldaños de tronco bastante pendiente.




Este sendero nos va a llevar a una pista de tierra que debemos seguir hacia la izquierda y que nos conducirá nuevamente a la dorsal. 


Seguimos adelante por un sendero que a primera vista parece oculto pero con un cartel que nos dice que a Contadero faltan 0,4 kilómetros y al Alto de Garajonay 1,9 kilómetros ¡Estamos llegando!


Y llegamos a la pista enlosada que viene de Contadero y va a dar al Alto de Garajonay. Subimos por ella hasta un cartel de un sendero a la izquierda, que decidimos tomar porque de regreso iríamos por la pista, haciendo una pequeña circular.



Aquí el monte está bastante degradado por la altura, los vientos y el incendio, pero sigue existiendo fayal- brezal. En el último tramo la vegetación se torna en matorrales de jaras (Cistus monspeliensis) y codesos (Adenocarpus foliolosus) .


Llegamos al Alto de Garajonay, a 1487 metros sobre el nivel del mar, siendo la máxima altura en la Gomera.

Lo curioso es que sin ser espectacular fue objeto de ceremonias religiosas por parte de los antiguos gomeros, que le daban un carácter sagrado ya que, aquí en lo más alto, se sentían más cerca de su dios “Orahan”.


La construcción en piedra que está en el centro del mirador es una reproducción del yacimiento original que permanece enterrado. Son aras de sacrificios datadas del siglo VI después de Cristo en las que se encontraron restos de huesos de cabra y oveja carbonizados, así como restos de pino canario y cedro, en la actualidad especies muy raras en la Isla, también granos y dátiles de la palmera canaria.

Las vistas que se observan desde este mirador son espectaculares:

La Isla de Tenerife, La Palma, El Hierro (si está despejado), Los Roques, la Fortaleza… ¡Vale la pena subir!


Fortaleza de Chipude.

Aunque antes hablé de una pista enlosada que llega arriba, no es de uso para vehículos particulares, por lo que se tiene que ir caminando desde Contadero, que es el lugar más cercano.

Ahora... la leyenda de Gara y Jonay: Dos amantes, él de Tenerife tierra de fuego y ella de la Gomera tierra de agua. Su unión no podía ser posible, nada bueno traería a la Isla. Viendo que su amor era imposible, subieron a lo más alto, para que sus almas fueran acogidas por Orahan, y haciendo una lanza de doble punta se abrazaron con ella para siempre.


Bajando hacia el Pinar de Argumame.

Tras el descanso, bajamos por la pista hasta encontrar una intersección a la izquierda con otra pista, también empedrada, debemos seguir por ella sin abandonarla, aunque nos tropecemos con otras pistas que son de tierra, por una de las cuales se puede ir a Pajarito o a Igualero. En la entrada “Circular de Garajonay por Igualero” hablo de esa ruta.

El descenso es bastante pronunciado hasta llegar al Pinar de Argumame. Las vistas siguen siendo muy amplias, pudiéndose observar el efecto del fuego en esta zona, que tras 8 años sigue sin recuperarse, habiéndose convertido en un extenso matorral.


Llegando al Pinar de Argumame.

Pinar de Argumame es uno de tantos que se plantaron entre 1957 y 1985, llegando a ocupar en toda la Isla 2000 Ha. En esta actuación no se tuvo en cuenta el ecosistema de La Gomera: Se plantó pino canario (Pinus canariensis) y pino insigne (Pinus radiata) en las medianías y cumbres, en los dominios del monteverde, y pino carrasco (Pinus halepensis) en las medianías y cotas bajas, en territorio de sabinar y cardonal-tabaibal, donde se encuentra asilvestrado.

Los pinares más antiguos de plantación dentro del Parque estaban en Llanos de Crispín, El Infante y Argumame, otros como en Pajarito son más recientes. Todos ellos están erradicados menos el de Argumame, cumpliendo así las normas y gestión del Parque Nacional de Garajonay, que lo exceptúa. 


En Argumame plantaron pino canario.

-¿Y cómo se diferencia de otras especies?

-Por las hojas.

Las hojas de todos los pinos son aciculares, es decir, tienen forma de largas agujas, que pueden ser dos o tres acículas. Las del pino canario son tres y muy largas, llegando hasta 25 centímetros. Las de otras especies son mucho más cortas o son dos acículas.


En Canarias, a las hojas secas de los pinos se les dice “pinocha” y servía, antiguamente (años 40) para rellenar colchones, para la cama de los animales y para relleno en mercancías como el plátano. Por eso los pinares estaban limpios y se controlaba mejor el fuego.

Tengo que decir que el pino canario se recupera después de los incendios, muestra de ello está en el pinar cercano al Roque de Agando.

El pino canario natural, no de plantación, es una especie rara en la Isla, existiendo manifestaciones aisladas en Garabato, Imada y Roque de Ojila.

Tras un buen descanso, continuamos la marcha. Ahora sí que nos desviamos de donde teníamos que haber ido, que sería continuar por la pista indicada por el cartel.

Nosotros, en vez de eso, decidimos seguir por la pista que rodea el pinar por un costado. Esta desviación es más larga, sube casi a la dorsal y tiene varias intersecciones de pistas que se pueden confundir. De hecho, no sabría decir con exactitud por donde fuimos, aunque en realidad no tiene pérdida porque hay muchas señales indicativas.


Este tramo fue el más duro porque no había sombra, los árboles son pequeños todavía tras el incendio. Yo iba recordando otras veces que pasé por aquí, y me pareció desolador comparado con la frondosidad de entonces, sin embargo, esto no fue un obstáculo para disfrutar del recorrido.


Zarza o zarzamora (Rubus ulmifolius)

Llegamos al punto inicial, la Laguna Grande, contentos y satisfechos de esta ruta de 11 kilómetros aproximadamente.

CONSEJO:

Disfruta de la Naturaleza y no dejes rastro de tu paso.

Llevar protector solar y gorra.

BIBLIOGRAFÍA:

http://www.igme.es/LibrosE/GuiasGeo/garajonay_sp/233/#zoom=z

(Aquí encontramos la información de la geología de La Laguna Grande, página 233)

http://www.ibigbiology.com/fotos/publicacoes/publicacoes_Vieraea_10_1980_Nr1-2_12.pdf (Inventario de la flora y fauna del Parque Nacional de Garajonay donde aparece que el Pinar de Argumame es de pino canario sin sotobosque, página 5)

http://www.rinconesdelatlantico.com/num4/20_pinares.html

“Parque Nacional de Garajonay. Patrimonio Mundial”. Coordinación: Ángel B. Fernández. Editorial Publicaciones Turquesa S.L. Año 2009.



viernes, 2 de octubre de 2020

EL MONTE DEL CEDRO.

 

EL MONTE DEL CEDRO.

Domingo, 20 de septiembre de 2020.

La Gomera – Islas Canarias.

El Monte de El Cedro es un bosque de laurisilva de fondo de valle, ubicado en el Parque Nacional de Garajonay, en suelo perteneciente al municipio de Hermigua.

Lo más característico de este monte es que posee un riachuelo por el que discurre agua todo el año, tal vez el mayor de Canarias. Este hecho es infrecuente en las Islas, lo normal es que se sequen en verano.

La presencia de esta agua se debe a la “lluvia horizontal”, nombre con el que se conoce el fenómeno de la condensación de las nubes formadas por los vientos alisios procedentes de Azores. Esta niebla se forma a una altura de 1.200 a 1.300 metros sobre el nivel del mar, en la cara norte de la Isla, y el monte de El Cedro reúne todas las condiciones.

Familiarmente, a este mar de nubes le decimos la “barra de los alisios” y cuando no está presente el calor se hace insoportable.

Las gotitas de agua caen de las hojas o de los musgos creando esa humedad tan especial en el monte. La niebla... el agua… un mundo mágico.

Espesura del monte de El Cedro.

De esa magia crecen los árboles hasta 30 metros. Algunos ejemplares de viñátigo (Persea indica), laurel (Laurus novocanariensis) o til (Ocotea foetens) me impresionan por su majestuosidad.

La densidad del monte hace que no hayan flores, pero sí abundantes helechos, sobre todo en la ribera del riachuelo.


Helechos a la ribera del riachuelo.

Lo más aconsejable para disfrutar del monte de El Cedro es visitarlo, ya que no está restringido su acceso, siempre que no nos salgamos de los senderos y respetemos las normas.

Podemos llevar a nuestras personas mayores en coche, desde Meriga o desde Reventón Oscuro hasta Las Mimbreras, por donde pasa el barranco con agua, a partir de aquí los senderos no son aptos para ellos.

Las rutas por este monte nunca te defraudan, por eso hoy, que hace mucho calor y no hay barra de los alisios, decidimos caminar por él, la zona más húmeda de La Gomera, ya que por otro lugar es imposible. Pero si tienes ocasión de ir cuando hay lluvia horizontal es mejor.

La ruta elegida es ir de Reventón Oscuro a Las Mimbreras, pasar por la ermita de Lourdes y bajar a la carretera CV-14 de El Rejo a la altura del túnel-canal que llega al caserío de El Cedro.


Reventón Oscuro.

Reventón Oscuro está situado en la carretera CV-14, a pocos kilómetros del Cruce de la Zarcita. Tiene un pequeño terraplén acondicionado para dejar el coche y una pista enlosada, a la izquierda, que es el principio de nuestra ruta.


Bajada por pista enlosada.

Comenzamos a bajar a la sombra de los árboles, que en esta ocasión no goteaban agua, pero si hubiera habido niebla sería espectacular. Así y todo fue agradable el paseo hasta la primera intersección con otra pista, a la izquierda.

Dejamos la pista por la que íbamos, que llega al caserío de El Cedro, y tomamos la que nos encontramos con una señal de tráfico indicando que está prohibido circular guaguas. Está empedrada al principio pero a los pocos metros ya es de tierra todo el recorrido, éste llega hasta Meriga.


Entrada a la pista de tierra.

Esta pista es muy cómoda porque va llaneando entre los árboles ya nombrados anteriormente, siendo más escaso el brezo (Erica arbórea), pero los que hay alcanzan una gran altura.


Pude observar algún saúco (Sambucus nigra). Ya he comentado, en la entrada al blog “La Piedra Encantada”, que estuvo a punto de extinción y que gracias a la labor de repoblación, por parte del Parque Nacional de Garajonay, se ha recuperado esta especie. Por eso, cuando me tropiezo con uno de ellos, me paro y reflexiono sobre tantas plantas que pueden desaparecer y que se podría evitar.


Saúco (Sambucus nigra)


Charcos de agua en la carretera.

Seguimos caminando aproximadamente 1,6 kilómetros y llegamos a Las Mimbreras, donde nos tropezamos con el riachuelo y el sendero que baja a la ermita de Lourdes. Hay un pequeño terraplén y carteles informativos. Aquí llega también el sendero que baja de Contadero, zona donde está el estacionamiento en la GM-2, frente a la subida de El Alto de Garajonay.

Se cree que el nombre de Las Mimbreras se debe a que en esta parte del barranco ponían los mimbres de remojo para que se suavizaran y poder trabajar con ellos.

Bajamos por el sendero junto al barranco de agua, cuyo murmullo nos hace olvidar la sequía que padecemos.

Riachuelo.



Llegamos a la pequeña ermita construida en 1935, por una institutriz inglesa que puso todo su empeño en ello y la dedicó a Nuestra Señora de Lourdes. Su fiesta es el último domingo de agosto.


Ermita de Nuestra Señora de Lourdes.

Fiesta de El Cedro. Año 2019.

Aquí hay una zona recreativa donde se puede descansar. No te sorprenda ver algunos pajaritos subirse a las mesas para picotear los desperdicios dejados por los excursionistas. Se trata del pinzón vulgar (Fringilla coelebs ssp. canariensis). Es omnívoro y se alimenta sobre todo de las semillas, frutos y artrópodos recogidos del suelo. Su hábitat es el bosque alto de laurisilva, fayal- brezal arbóreo o pinar. En La Gomera, es frecuente verlos en El Cedro, Los Aceviños, Meriga, Jardín de las Creces, Cañada de Jorge, entre otros lugares.


Pinzón común (Fringilla coelebs ssp. canariensis)

Continuamos por el sendero de la derecha, el que dice al Aula de la Naturaleza, durante un kilómetro aproximadamente, hasta salir por la carretera enlosada que viene de Reventón Oscuro. Subimos unos metros y en la curva muy pronunciada, donde hay unos carteles informativos, está el sendero que debemos bajar para llegar a la carretera CV-14 de El Rejo, que es el final de nuestra ruta.


Ya hablé de este pequeño tramo en la entrada “La Meseta deHermigua”, y como dije es muy pendiente y debes tener cuidado de no resbalar.

A diferencia del otro día, las orejas de gato (Tradescantia fluminensis) están marchitas, indicándonos la falta de humedad tan característica del monte de El Cedro. Pero pronto llegarán los alisios y tendrás que llevar chubasquero ¡Seguro que sí!

Hemos finalizado nuestra corta caminata de apenas 5 kilómetros, pero las opciones son múltiples y tú puedes elegir la que quieras, ninguna te defraudará.


NOTA: En todo el recorrido no hemos visto ningún cedro (Juniperus cedrus), y es normal, porque es una especie endémica y muy rara, restringida a Tenerife, La Palma y la Montaña del Cedro en Gran Canaria. Es del mismo género que la sabina (Juniperus turbinata ssp canariensis).

En el pasado su distribución era mayor, utilizándose su madera, por su aroma, para hacer baúles y cajas.

Así que para obtener unas fotos tuvimos que ir al mirador del Bailadero, que está un poco más arriba, donde hay un ejemplar de repoblación, junto a unos tajinastes azules de La Gomera y algunos tejos.


Cedro (Juniperus cedrus)

CONSEJO:

No dejemos mascarillas ni clínex tirados por ahí. Ellos no regresan solos a casa.


BIBLIOGRAFÍA:

http://lagomera.travel/2018/02/el-cedro-un-bosque-de-cuento/

https://somoscanarias.com/el-cedro-en-la-gomera/

https://www.thepocketmagazine.com/el-cedro-la-gomera/

http://www.gobiernodecanarias.org/parquesnacionalesdecanarias/es/Garajonay/InfraestructuraServicios/RutasItinerarios.html

http://agrega-2hapre.pntic.mec.es/repositorio/21062013/94/es_2013062112_9112914/agua_canarias/agua_canarias/la_lluvia_horizontal.html

Flora de las Islas Canarias. De David Bramwell. Editorial Rueda. Año 1997.

Parque Nacional de Garajonay. Patrimonio Mundial. Coordinador: Ángel B. Fernández. Publicaciones Turquesa. Año 2009.