martes, 28 de enero de 2020

CASERÍO DE SANTA CATALINA.


CASERÍO DE SANTA CATALINA.

Jueves, 9 de enero de 2020.


Me gusta conocer los rincones escondidos que no se ven desde la carretera y que son poco transitados. Este es el caso de Santa Catalina, un caserío situado cerca de La Dama, municipio de Vallehermoso.
En la actualidad consta de un solo habitante fijo, de nacionalidad extranjera, un corral de cabras, cuyo dueño nos proporcionó la información y un trabajador rehabilitando una preciosa casa antigua. Las demás viviendas, unas están muy bien cuidadas y otras totalmente abandonadas, con los tejados caídos, pero que aún conservan los enseres. También, en otra ocasión, tuve la oportunidad de hablar con la mujer de un vecino que había emigrado, como todos los demás, y que había venido de vacaciones, ahora su casa estaba cerrada, me da pena pensar que han envejecido y que ya, probablemente, no volverán.
Este caserío no dispuso de pista hasta el año 1993, en cuya inauguración tuve la oportunidad de estar presente, y en esa época sí estaba habitado.

Toda esta zona desde Chipude hasta La Dama fue cultivo de cereales, lo que se deduce de los paredones paralelos, que llegan casi hasta el mar. Yo diría que junto con Seima, Alajeró y Arguayoda fueron el granero de la Isla. De tramo en tramo hay unos cuartos de apero, donde encerraban los animales, probablemente vacas y burros que les servirían para la labranza.

Comencemos nuestra ruta. Situémonos en la carretera CV-17, en la “Ermita” de Don José Gregorio Hernández. He puesto comillas a la palabra ermita porque todavía no ha sido ni beatificado ni canonizado, sin embargo, el papa Juan Pablo II lo nombró “venerable” por lo que se ha podido seguir con el proceso de beatificación iniciado en 1949 por la Iglesia Católica de Venezuela.
En la siguiente curva yendo hacia La Dama hay un sendero que va a dar directamente al caserío de Santa Catalina, no hay pérdida.

Entrada del sendero.

Es una bajada bastante descansada y en la que pudimos apreciar los bancales ya mencionados. Constatamos que el suelo, donde estaba cultivado, es suave, y nos imaginamos sembrando y arando para que la semilla penetrara en la tierra, tarea ya imposible por la falta de lluvia.

Casa de apero y cuadra.

También observamos que las zonas cultivadas no tenían tanta vegetación como las demás, eso es debido, seguramente, a que el suelo quedó agotado de tanto uso.
Como a la mitad del camino quedaban los restos de una antigua atarjea, que supongo servía para regar el platanal de La Dama.
En algunos lugares del camino aflora un suelo calcáreo fácilmente distinguible, lo mismo ocurre en otras zonas como Teguerguenche y La Mérica.


Panorámica de El Verodal a la derecha y Santa Catalina a la izquierda. 

La vegetación es un tabaibal- verodal, destacando la tabaiba amarga (Euphorbia berthelotii) endemismo de La Gomera, la de las otras islas es ligeramente diferente. El verode (Senecio kleinia o Kleinia neriifolia) es más escaso en esta zona, son fáciles de diferenciar de la tabaiba por sus hojas más anchas y sus flores, pero si no tienen flores y te entran las dudas, partes una de sus hojas, si echa leche es una tabaiba y si su sabia es casi transparente es un verode.
Encontramos también otra planta típica de estos lugares, la rasposa o tasaigo (Rubia fruticosa) sus hojas son rasposas, por eso la llamo así, en esta época del año no tiene frutos, que son bolitas blanquecinas casi transparentes muy llamativas.
Estaba presente el cardo de Castilla (Cynara cardunculus) pero con la sequía que ha habido solo tenían unas hojas poco esplendorosas, lo mismo que le pasaba a la vinagrera o calcosa (Rumex lunaria)

Rasposa (Rubia fruticosa)


Tabaiba amarga (Euphorbia berthelotii)


Verode (Senecio kleinia)

Plantas cultivadas por el hombre nos encontramos la pitera (Agave americana) introducida en el siglo XVI como pasto y para hacer sogas, la tunera (Opuntia ficus-indica), no confundir con la tunera india (Opuntia dilleni) en México las llaman nopal. Casi secos encontramos el almendro (Plunus dulcis) procedente de Asia. En los jardines de las casas, muy llamativo estaba el cuello de cisne (Agave attenuata)

Almendro (Plunus dulcis)

Antes de llegar al caserío nos encontramos una casa grande, que resultó ser una cuadra porque todos los cuartos tenían pesebres. Enfrente había una gran era (lugar limpio para trillar y aventar los cereales) cubierta toda por tabaibas, por eso nos fue imposible reconocerla a simple vista.
También vimos un lagar y nos preguntamos dónde cultivaron las parras porque no parece ser un lugar apropiado.


Casa grande con era enfrente y La Fortaleza al fondo.

Llegando al caserío.

Lagar cerca de las casas.

Cuando llegamos al núcleo de Santa Catalina nos encontramos con la pista, ya asfaltada, y continuamos por ella, no sin antes visitar todos sus rincones. Uno de ellos fue el patio de la casa que están rehabilitando, donde hay un nicho con Santa Catalina, pero que en esta ocasión no tenía nada.
Este día decidimos hacer una circular y volvimos al coche caminando por la pista hasta la carretera.


A la semana siguiente nos animamos y con siete amigos fuimos a realizar la otra opción, es decir, bajar hasta La Dama.

Para empezar, hicimos el recorrido ya descrito excepto la subida al coche. Dejamos la pista asfaltada de Santa Catalina justo en la curva ascendente, que nos llevaría a la carretera CV- 17, y bajamos por la pista de tierra, que está justo donde la pista asfaltada empieza a subir. Bajamos pocos metros hasta la caseta de UNELCO y torcimos a la izquierda por el camino que lleva la tubería del agua potable, bastante cerca del torreón de la luz, dejando así la pista de tierra.

El sendero para bajar al barranco está a la izquierda.

Bajando al barranco.

Panorámica del barranco.

 Al llegar al fondo del Barranco Degollada del Horno hay que subir hasta el Cementerio, luego llegamos a Topogache donde tomamos el sendero que viene desde Pavón hasta La Dama.

Llegando a La Dama con el platanal al fondo.

En este trayecto pudimos observar las panorámicas del Barranco de La Rajita con sus distintos senderos y las plantaciones de plataneras de La Dama, que en la actualidad son las mayores de la Isla.
La ruta termina en la Ermita dedica a Nuestra Señora de Las Nieves, cuya festividad se celebra la primera semana de agosto. Desde su plaza parte una pista que va a La Rajita, donde estaba la fábrica de pescado Lloret y Llinares, construida en 1904, que dio trabajo a mucha gente de todos los pueblos.

Barranco de La Rajita.

Ermita de Nuestra Señora de las Nieves.

Después subimos a la parada de la guagua que sale a la 13:30 horas. Cerca hay un bar donde descansamos tomando algo y charlando con sus amables vecinos.

Si pierdes la guagua no te preocupes, puedes llamar un taxi de la zona.

Al final ¿cuánto caminamos? La circular son unos 3 kilómetros y la lineal unos 6 kilómetros, pero no lo sé con exactitud porque no tengo medios para calcularlos. Lo que sí puedo calcular es la gran satisfacción que sentimos todos en esta caminata, y el gusto en el cuerpo para continuar con este hobby que nos gusta tanto.


CONSEJO: RESPETA LOS OBJETOS QUE TE ENCUENTRES, TIENEN DUEÑO AUNQUE NO ESTÉN PRESENTE.

BIBLIOGRAFÍA:














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