sábado, 4 de enero de 2020

EL MALPAÍS DE GÜIMAR.


CIRCULAR MALPAÍS DE GÜIMAR.

Sábado, 7 de diciembre de 2019.


Ha estado lloviendo, los senderos del monte están resbaladizos, mis amigos piensan que he suspendido la caminata…
Yo necesito caminar en la Naturaleza pues llevo mucho tiempo sin hacerlo y, además, ya me he ilusionado pensando en lo bien que lo suelo pasar, pero ¿adónde ir?
Mi hija encontró la solución: EL MALPAÍS DE GÜIMAR.
Efectivamente ¡qué buena idea!¡y es una ruta nueva para mí!
Está nublado por lo tanto podemos caminar por un lugar donde no hay sombra y su suelo volcánico nos permite caminar sin dificultad aunque llueva.
Lo primero que hice fue informarme de la ruta, como se debe hacer siempre que se vaya a un lugar por primera vez.
El Malpaís de Güimar es una Reserva Natural Especial de gran importancia ecológica, declarada zona protegida desde 1987. Es un paisaje volcánico único que se extiende desde Montaña Grande hasta el litoral.
Hay tres rutas que se pueden hacer: Una va desde El Puertito de Güimar hasta El Socorro, otra es una semicircular por la base de la Montaña Grande y la última una circular que va desde El Puertito de Güimar, bordea la Montaña Grande y regresa al punto de partida.
Tengo que aclarar que los senderos están acondicionados para poder disfrutar de este paisaje pues caminar por un suelo de malpaís es casi imposible, bueno... digamos que es extremadamente difícil.

Optamos por la circular, que empieza en la calle Almirante Cervera en El Puertito de Güimar. En el mismo comienzo del sendero hay un mapa con las tres rutas, no hay pérdida. Son 6,11 Kilómetros y se tarda 3 horas o más según los descansos.

Tal vez por costumbre cogimos la circular por la derecha, pero creo que es mejor por la izquierda ya que el tramo final sería llaneando.
Ir junto al mar sobre un suelo totalmente volcánico es único. Nada más pisar el sendero nos paramos a hacer fotos, no nos pudimos resistir a las formas espectaculares de la lava.


Tabaibal y Montaña Grande al fondo.


Encontramos, aparte del malpaís tipo de lava AA, algo de pahoehoe o cordada y tubos volcánicos.
En la Bibliografía enumero algunas páginas que pueden servir para ampliar esta información.

Pequeño tubo volcánico.


Lava cordada.


Cueva volcánica.

En este primer tramo, algunas rocas han erosionado formando arena blanca, aprovechándose para el sendero. Junto a él se aprecian todavía una pequeña salina resto de la actividad humana en el lugar, aparte de los concheros.

Espectacular formación volcánica.

Sendero con arena blanca.


Salinas junto al sendero.


En cuanto a la vegetación, tan solo por el tabaibal- cardonal ya sería famoso el lugar. Se trata de la tabaiba dulce, Euphorbia balsamífera, y el cardón, Euphorbia canariensis, dos especies endémicas y protegidas de Canarias. Acompañándolas se encuentra el balo, Proclama péndula, el hermoso romero marino, Campylanthus salsoloides, y más hacia la costa la lechuga de mar, Astydamia latifolia. Encontraremos otras especies más adelante.

Tabaiba dulce (Euphorbia balsamífera)


Romero marino (Campylanthus salsoloides)

Un poco antes de llegar a la Montaña del Mar, el paisaje está tan inalterado a pesar de los casi 10.000 años de la erupción de Montaña Grande, registrada como serie volcánica reciente o serie IV, que invita a imaginar la masa de lava incandescente, a 1000º, bajando hasta llegar al mar ¡Sobrecogedor!


Impresionante malpaís inalterado.

Hasta aquí el sendero ha ido llaneando, ahora nos toca subir a la montaña donde hay un mirador, vale la pena el esfuerzo pues la panorámica es bastante amplia.
Continuamos adelante hasta llegar a una bifurcación: a la derecha se sigue para ir Al Socorro y a la izquierda se sube para ir a la base de la Montaña Grande, que es nuestro objetivo.

Bajando de Montaña del Mar.


El paisaje va cambiando, ahora predomina la tabaiba salvaje, Euphorbia broussonetii, y el cardón. También vimos varios ejemplares de cardoncillo, Ceropegia fusca, y romero marino florecidos embelleciendo el entorno.

Cardoncillo (Ceropegia Fusca)

Cardón (Euphorbia canariensis)


En esta zona la actividad humana es patente, al principio se ven montículos de piedras haciendo las separaciones de áreas de cultivo o pastoreo y casi llegando a la montaña hay unas huertas con muros bien definidos y atarjeas. Probablemente estuvieron activas hasta el declive de la agricultura.
Esta es una zona arenosa y aunque parezca mentira su arena fue arrastrada por el viento desde las playas más cercanas hasta la ladera de la montaña, chocando con ella y depositándose en su base.
Iniciamos la bajada de la ruta, no sin antes reponer fuerzas saboreando algunos alimentos, descansando y compartiendo opiniones.

Atarjea

Continuamos nuestro camino entre más restos agrícolas, encontrando una bomba de agua y atarjeas.

Bomba de agua.

Decir que nuestro cardonal no nos abandonó hasta llegar al punto inicial de la ruta.


Terminando la ruta con la Montaña Grande al fondo.


Una experiencia inolvidable.

La ruta ha terminado pero no la diversión, es opcional.


CONSEJO: AUNQUE SEAN POCOS KILÓMETROS LLEVA BOTAS, BASTONES, GORRA Y AGUA.

BIBLIOGRAFÍA:










3 comentarios:

  1. Una grata experiencia. Disfrutar del aire puro y bellos paisajes. Muy recomendable hacer senderismo. Muy bién descrito el artículo de su blog.

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    1. Hola Leo, me agrada que mi blog cumpla su objetivo, que es animar y animarme a hacer senderismo, fotografía, estudio de la naturaleza...un bonito entretenimiento. Un cordial saludo.

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  2. Este lugar hace reflexionar sobre el paso del tiempo, la antigüedad de La Tierra y cómo la actividad humana modifica el paisaje.

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