DOS CIRCULARES: LAS
CRECES Y CAÑADA DE JORGE.
La Gomera – Islas
Canarias.
Miércoles, 6 de octubre
de 2021.
Lo que más sorprende al
visitante en la isla de La Gomera es la magia del Parque Nacional de Garajonay,
un bosque de laurisilva de una gran belleza. Si te interesa conocer algo sobre
el Parque, tengo un pequeño resumen al final de la entrada “Circular Meriga LosAceviños” del día 23 de mayo de 2018.
Pues bien…hoy vamos a
caminar por el Parque Nacional de Garajonay, haciendo tres de sus 18 rutas, la
ruta 5, 12 y 10: dos circulares de cuatro kilómetros cada una,
aproximadamente, y una pequeña para enlazarlas. Situadas al borde de la
carretera dorsal GM-2, son, por tanto, de fácil acceso, pudiéndose empezar por
varios puntos: Las Creces, Raso de la Bruma, Cañada de Jorge o Las Hayas.
No importa que haga calor
porque caminaremos a la sombra de los árboles, siendo algunos tramos de los más
húmedos del Parque.
Nosotros optamos por
empezar en la entrada a Las Creces, ruta 5, donde hay unos aparcamientos
y enfrente una parada de guaguas con marquesina.
Entrada a Las Creces. |
Mapa de la circular de Las Creces. |
Esta ruta es, tal vez, la más visitada por su comodidad, distancia y apta para todas las edades. Aquí, los maestros suelen traer a los escolares más pequeños y los guías del Parque explican todo lo relacionado a la laurisilva, lluvia horizontal, usos del monte… tratándose de un auténtico jardín botánico natural, para el aprendizaje.
Las Creces,
conocida también como Jardín de las Creces o antiguamente como Cañada
del Jardín, posee una muestra de monte de fayal brezal bastante conservado
y ejemplares muy antiguos, como lo demuestra el grosor de las hayas (Morella o Myrica
faya), brezos (Erica arborea) y laureles (Laurus novocanariensis), pero estos
más jóvenes.
Un dato curioso es que
los frutos de las hayas (Myrica faya) se conocen con el nombre de creces y son
comestibles. Es probable que el nombre de la zona se refiera a ello y que el de
Jardín sea porque en primavera los claros del monte se llenan de geranios de
monte (Geranium canariensis) formando un tapiz violeta de gran encanto.
Caminamos por una pista
de tierra, unos 700 metros, por la que no se puede circular con bicicleta,
hasta llegar a un terraplén convertido en área recreativa, donde hay carteles
informativos.
Siguiendo los carteles no hay pérdida, pero puedes optar por hacerlo al revés, es decir seguir por la pista… Nosotros seguimos por el sendero que está a la derecha disfrutando de este maravilloso bosque, observándolo todo como si fuera la primera vez.
Zona recreativa de Las Creces. |
En este primer tramo del sendero se encuentra un vestigio etnográfico bien visible, se trata de una canalización muy antigua que servía para recoger el agua procedente de un pequeño naciente y llevarla a las poblaciones próximas, lo que pone de manifiesto uno de los usos del Parque: el aprovechamiento del agua, un bien tan escaso y que el monte, con su lluvia horizontal, se encarga de proveer.
Antigua acequia. |
En nuestro recorrido nos encontramos una palmera datilera (Phoenix dactylifera) que no es propia del lugar, por lo que yo recomiendo no tirar ninguna semilla en las zonas de bosque porque, con la humedad, es seguro que proliferan y debemos conservarlo tal como es.
Seguimos hasta llegar a
un cruce de caminos, de frente se va a Arure y a la izquierda continuamos
nuestra ruta. Ahora ascendemos entre helechos, llegamos a una escalera de
troncos y al poco rato estamos en la pista de tierra que dejamos en la zona
recreativa.
Cruce de caminos. |
Cruzamos la carretera y avanzamos por el sendero que nos indica “Las Hayas” a 700 metros. Y, aunque no esté en la ruta 5 del Parque, hemos decidido ir porque nos parece interesante.
Ahora la vegetación
cambia a un fayal brezal de cumbre, donde el árbol que predomina es el brezo
(Erica arborea) de un porte más pequeño que los que hemos visto hasta aquí, no
obstante, hacen justicia a su nombre “arboreo”.
Fayal brezal, yendo a Las Hayas. |
Y ahora sí que, drásticamente, el bosque ha desaparecido encontrándonos en una vaguada en la que está enclavado el barrio de las Hayas.
Dicho barrio pertenece al
municipio de Valle Gran Rey al igual que todo nuestro recorrido, excepto Los
Risquillos de Corgo que pertenecen a Vallehermoso.
Lo primero que nos
encontramos es la ermita de Nuestra Señora de Coromoto cuya festividad es el
primer fin de semana de septiembre.
Ermita de Nuestra Señora de Coromoto. |
A una altitud de 1000 metros, las casas tradicionales, los cultivos y el palmeral están envueltos por la bruma del monte casi todo el año, por lo que sus 131 habitantes deben adaptarse a este clima.
Casi todas las viviendas
están en torno a la carretera Arure Las Hayas, donde se encuentran los dos
únicos restaurantes de la zona, y la CV-18 que viene de La Dorsal y termina en
Chipude.
Puedes decidir dar una
vuelta por el barrio o regresar sobre tus pasos un par de metros. Desde
aquí hasta Los Risquillos de Corgo se solapa el Camino Natural Cumbres de La
Gomera GR 131.
Nosotros dejamos la GR
131, para no repetir camino, y tomamos la izquierda por un sendero vecinal
hasta llegar a la pista que viene del principio de la ruta y continuar por
ella, pero lo señalizado es continuar por el sendero que hemos venido hasta la
pista de tierra y luego seguir a la derecha.
Sendero vecinal y GR-131. |
Pista hacia Las Creces. |
Llegamos a la zona recreativa y nos apeteció tomar un tentempié, pero si quieres puedes dejarlo para El Raso de la Bruma.
Continuamos por la pista
hasta llegar al punto de salida, en los aparcamientos, ahora debemos cruzar la
carretera principal GM-2 e ir a la marquesina ¡Cuidado al hacerlo!
Carretera Dorsal GM-2 y marquesina. |
Seguimos hacia la izquierda por un sendero pegadito a la carretera detrás de la valla, hasta la entrada de dos senderos: de frente se va a Vallehermoso por Los Risquillos de Corgo y a izquierda a El Raso de la Bruma.
En realidad, es una pequeña circular, ruta 12, que nosotros terminaremos al regresar.
Mapa de Los Risquillos de Corgo.
De momento seguimos de
frente por donde dice Vallehermoso 5,8 kilómetros y nos vamos a encontrar un
paisaje nuevo, totalmente húmedo donde los musgos abrazan los troncos de los
árboles haciendo de ello un verdadero espectáculo. Se trata de Los
Risquillos de Corgo.
La dificultad del sendero
consiste en que debes llevar calzado adecuado y bastones porque es húmedo y transcurre
sobre unos riscos que apenas da vértigo por la vegetación, pero que se ganó el
nombre de Risquillos del Valle como era conocido antiguamente.
Y llegamos a la
intersección con el sendero que sube a la derecha, que va a El Raso de la
Bruma. Aquí dejamos el GR-131, que baja a Vallehermoso.
Si te interesa hacer la
ruta a Vallehermoso puedes leer la entrada a mi blog titulada “De LosRisquillos de Corgo a Vallehermoso” del día 15 de abril de 2018.
Empezamos a subir y … ¡OH
SORPRESA! … La maravilla es todavía mayor…
Helechos y musgos como
barbas de los árboles que cuelgan más de medio metro. Con bruma se ve
impresionante y MÁGICO.
Mágico. |
Todo esto es debido a que estamos cruzando una zona de crestería orientada en la cara norte, que recibe la brisa casi continua, dejando una gran humedad en este bosque de laurisilva.
Brisa, helechos y musgos. |
No tengas prisa pues es corto el camino y muchas fotos que sacar…
Junto a los helechos
también hay una planta, que te puedes estar preguntando cuál es su nombre… se
trata del alamillo de monte (Pericallis appendiculata), propia de las zonas más
húmedas de la laurisilva. Para distinguirla mírale el envés de las hojas, es
blanquecino aterciopelado.
Alamillo de monte (Pericallis appendiculata) |
Llegamos a la cima y nos encontramos a la izquierda un sendero, que es por donde vamos a regresar, por ahora, lo ignoramos y seguimos adelante hasta llegar a una zona recreativa junto a la carretera principal, este es El Raso de la Bruma.
Raso de la Bruma. |
Debemos cruzar la carretera con mucho cuidado hasta el estacionamiento que está enfrente, donde hay carteles indicativos de la circular de La Cañada de Jorge, antiguamente llamada Las Tanquillas de Jorge.
Circular Cañada de Jorge. |
La circular, ruta 10, la puedes hacer en los dos sentidos, decidimos ir a la izquierda porque empieza con bajada y luego la subida es suave.
Al principio, como la
bruma pasa la carretera desbordándose hacia la vertiente sur, se encuentran
árboles de laurisilva, pero después entramos en un fayal brezal como es habitual
en esta vertiente del Parque donde la humedad es menor.
La bajada es pronunciada
pero no es larga y pronto llegamos al fondo de la cañada con un terraplén donde
confluyen dos cañadas. Se trata de la Cañada de Jorge, donde había unas
tanquillas que abastecía de agua de riego y de consumo a la población más
cercana, Arure. Actualmente hay una tubería de polietileno que sube por la
cañada de la derecha.
La vegetación es propia de zonas húmedas pudiéndose plantar aquí dos ejemplares de saúcos (Sambucus nigra ssp. palmensis) para su recuperación, pues estuvo a punto de desaparecer en La Gomera, de hecho, está catalogado como una planta en peligro de extinción. En la actualidad están muy envejecidos, muy altos y con pocas hojas, pasando desapercibidos por aquellas personas que no lo conozcan.
Saúco (Sambucus nigra ssp. palmensis) |
Caminamos un kilómetro
entre un fayal brezal bastante conservado, llegando a alcanzar unos quince
metros de altura la mayoría de los ejemplares.
Pista de Cañada de Jorge hacia la Dorsal. |
Casi al final de la pista hay un sendero a la derecha con un cartel indicativo, seguimos por él, paralelamente a la carretera dorsal GM-2 el cual presenta una vegetación más propia de fondo de valle que de una altura de unos 1000 metros a la que vamos. Los árboles que nos rodean son laureles, viñátigos, acebiños, hayas y brezos, sus troncos llenos de musgos y líquenes como testimonio de la humedad del lugar, nos sirven de “brújula” indicándonos claramente donde es el norte y el sur.
Yendo al Raso de la Bruma. |
Llegamos de nuevo a El Raso de la Bruma, completando aquí la circular, ruta 10. Atravesamos la carretera principal, caminamos unos pocos metros por donde mismo habíamos pasado antes y nos encontramos otro sendero a la derecha, el cual habíamos ignorado cuando pasamos por aquí. Ahora es el que debemos tomar, es un sendero paralelo a la carretera, pero a distinto nivel, que completa la circular de la ruta 12 de Los Risquillos de Corgo. A la mitad del camino hay un mirador con su mismo nombre, que vale la pena ir pues desde él se aprecia una panorámica bastante amplia de Vallehermoso, en el que hay unos ejemplares de tejos (Erica scoparia).
Mirador de Los Risquillos de Corgo. |
Terminamos, de nuevo en la dorsal, vamos a la marquesina y de ahí al estacionamiento de Las Creces.
Y, en el punto de salida,
termina nuestra ruta después de haber caminado 10 kilómetros, aproximadamente.
No cabe duda que caminar
dentro del monte es un placer añadido.
GUAGUAS: La línea 1 y 4 pasan
por esta ruta.
CONSEJO: Asegúrate del
horario de las guaguas.
No lleves bicicleta a
esta ruta.
¡Disfruta!
BIBLIOGRAFÍA:
Carteles informativos de
la ruta.
Barrio de Las Hayas:
http://vallegranrey.es/turismo/barrios/
https://www.foro-ciudad.com/tenerife/las-hayas/habitantes.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Las_Hayas_(Valle_Gran_Rey)
Saúco (Sambucus nigra
ssp. palmensis):
https://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/wiki/index.php?title=Sa%C3%BAco_canario
Alamillo de monte (Pericallis
appendiculata):
https://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/wiki/index.php?title=Palomera
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