RESERVA
NATURAL INTEGRAL DE BENCHIJIGUA.
La
Gomera – Islas Canarias.
Domingo,
30 de noviembre de 2021.
Hoy
vamos a caminar, un tramo, por La Reserva Natural Integral de Benchijigua,
perteneciente, en su totalidad, al municipio de San Sebastián, la cual abarca
la cabecera del barranco del mismo nombre hasta el canal de agua que recorre su
cuenca y las escarpadas laderas laterales, que limitan con El Parque Nacional
de Garajonay, el Paisaje Protegido de Orone y se solapa con El Monumento
Natural de Los Roques, llegando, por la derecha, hasta Las vueltas de Juacluye,
cerca de Las Toscas.
Ahora se denomina Reserva Natural Integral de Benchijigua. |
Fue nombrada como tal en 1994, aunque desde 1987 ya era un espacio protegido, debido a su alto valor paisajístico y geológico, el gran número de endemismos y especies amenazadas.
Es
bastante interesante leer el Plan Director de La Reserva, para ver las
prohibiciones y saber qué no debemos hacer en un espacio protegido. Dejo enlace
en la Bibliografía.
El
sendero de nuestra ruta comienza justo al lado izquierdo del monumento a las 20
personas que perdieron la vida en el incendio de 1984, en la carretera general
GM-2 frente a un pequeño estacionamiento.
Esta
zona es muy sensible a los incendios debido a que está rodeada de vegetación
degradada que es altamente combustible, unido a la orografía que dificulta su
extinción, por ello no se libró del gran incendio del año 2012, donde
afortunadamente no hubo que lamentar víctimas humanas.
Si quieres saber más detalles te recomiendo leer el principio de la entrada en este blog titulada “Del Roque de Agando a Chejelipes” del 20 de marzo de 2018.
El
día de hoy está lluvioso y nublado, por lo que no pude obtener ninguna foto del
Roque de Agando, cosa que no me preocupa porque ya tengo archivadas unas
cuantas.
La
lluvia no impidió que realizara una de las rutas más gratificantes que he hecho
en mucho tiempo. Así que muy despacio para no resbalar empezamos el descenso,
en principio bastante pendiente, suavizándose a medida que bajamos.
El sendero trascurre entre un pinar de pino canario, con pocos ejemplares, donde se ve el efecto del fuego y una vegetación de fayal brezal donde abunda los tagasastes y codesos. Además, te encuentras con el tajinaste azul, la salvia de monte, las beas, siemprevivas y brotando las margaritas, entre otras plantas.
Nuestro
guardián, El Roque de Agando, escondido tras la niebla, nos muestra planos
insólitos de sí mismo, lo cual nos fascinó, invitándonos a hacer fotos que en
realidad no captaban la belleza y la magia del momento.
Roque de Agando. |
Y llegamos al canal, fin del La Reserva Natural Integral de Banchijigua, por esta zona.
Camino y canal. |
Te preguntarás quién hizo este canal y con qué fines. Voy a hacer un pequeño resumen:
A
principios del siglo XX, el tinerfeño Álvaro Rodríguez López y el grupo noruego
encabezado por la familia Olsen compraron tierras al sur de Playa Santiago,
convirtiéndose en los mayores terratenientes de la Isla, pero esto conlleva
buscar agua para tales extensiones, por eso en 1912 solicitan autorización para
derivar las aguas públicas que corrían por el barranco de Santiago hacia la
finca de Tecina, lo cual fue aprobado.
Lo
primero que hicieron fue adquirir la finca de Benchijigua donde nacían las
aguas y acto seguido ejecutar las obras necesarias, entre otras este canal,
para llevar a cabo su objetivo.
Tras
este pequeño repaso de la Historia seguimos nuestra caminata por el valle que
va cambiando de vegetación, apreciándose ahora la mano del hombre en la
presencia de palmeras, almendros, viñas, piteras y tuneras.
El
sendero es arenoso por lo que facilita la marcha, ahora que está lloviendo y
las vistas, con el contraste que proporciona la niebla, son preciosas. ¡Lástima
no ser fotógrafa!
Lluvia y niebla. |
Seguimos avanzando y aparecen las primeras casas de Benchijigua, cuatro de las cuales fueron rehabilitadas para turismo rural, pero que en la actualidad no tienen uso.
Casa rehabilitadas de Benchijigua. |
Lo primero que se encuentra es la atarjea del “jerío” de un molino de agua, se trata del molino de Arriba que junto al molino de Abajo son los dos únicos molinos conocidos, si bien hay datos históricos de que hubo uno en 1571 desaparecido totalmente.
Canal del jerío del molino de Arriba. |
De los dos molinos el primero en abandonarse fue el molino de Arriba, en la década de los 70, mientras que el molino de Abajo, que también sufrió la misma suerte durante muchos años, fue restaurado por un vecino de Benchijigua conocido como Perico, previa autorización de Don Álvaro, y estuvo moliendo en él hasta principio de la década de los 90.
Casa de Banchijigua. |
Llegamos al caserío, que es bastante disperso, llamando la atención una edificación rectangular, la antigua escuela, en cuya puerta lateral tiene el letrero “Benchijigua”. Junto al camino hay un horno de pan cerca de un eucalipto y un pino, que nos sirvió para cobijarnos de la lluvia.
Antigua escuela y cruce con el camino a Imada. |
Hasta aquí llega la pista de tierra CV-10 que viene de Las Toscas y de aquí parte otra hacia una casa aislada en la zona Los Castaños, dijéramos que lo más transitado finaliza en la ermita de San Juan frente a nosotros. Una particularidad de esta pista es que de ella parte la pista asfaltada del barrio de Lo del Gato y el motivo de no asfaltarla en su totalidad es por tratarse de una construcción privada y que pasa por La Reserva.
Ermita de San Juan. |
Nos fijamos ahora en la Ermita de San Juan, que alberga a sus patronos San Juan Bautista y Santa Isabel, cuya festividad es el sábado más próximo al día 24 de junio, fiesta entrañable y familiar, donde los antiguos moradores del lugar se reencuentran y conviven como antaño.
En
la nueva remodelación de la plaza desentonan los tubos para los toldos, a mí me
gusta más sin ellos.
Detrás
de la ermita existen unas cuevas que probablemente tuvieron uso pastoril y
delante una gran era rectangular, testigo de las labores agrarias de la zona.
Cuevas, tal vez, de uso pastoril. |
Era rectangular. |
Regresamos sobre nuestros pasos y a la izquierda, entre los eucaliptos, se puede observar restos de un horno, que no sé cuál sería su uso si de pan o de tejas.
Clavado
en el tronco de un pino está la señal que indica la dirección para ir a Imada y
a la presa de Benchijigua, esa es una ruta para otra ocasión.
Seguimos
adelante por la carretera y a los pocos metros a la derecha baja un sendero
debidamente señalizado, el cual debemos tomar. Pasamos la cañada y en una
piedra hay una señal que nos indica por dónde debemos seguir. El camino pasa
frente a una de las cuatro casas restauradas y cruza otra cañada.
Entrada del sendero. |
Caminando junto a las casas rehabilitadas. |
Llegamos a la pista asfaltada que va al barrio de Lo del Gato y giramos a la izquierda subiendo hasta la curva donde sigue el sendero marcado por dos muritos de piedra.
Carretera de Lo del Gato y, enfrente, espejos de falla. |
Es hora de pararse a observar las formaciones geológicas del terreno: En primer lugar, pasamos junto al gran pitón traqui-fonolítico Roque de Agando, al fondo y a la derecha está la montaña de Yerta aunque ahora no la podamos ver por la niebla, la Ermita está junto a un promontorio basáltico que es parte del dique circular de Benchijigua, un singular elemento geológico con forma de anillo ovalado, cortado unos metros por el riachuelo y por la parte sur del mismo, cerca de Lo del Gato. Las lajas de la taparucha que tenemos enfrente brillan con la lluvia como auténticos espejos, por algo las llaman espejos de falla.
Parte del dique circular de Benchijigua. |
Seguimos la ruta y llegamos enfrente del barrio de Lo del Gato y al cruce con el camino que viene de dicho caserío, así que puede ser una variante el pasar por ahí.
Barrio de Lo del Gato. |
Seguimos bajando por el lado izquierdo del barranco todo el rato, pasando por un tramo algo comprometido para personas con vértigo, porque, aunque es ancho, no tiene barandilla.
Camino sin barandilla. |
Y llegamos al fondo del barranco, aquí no hay sendero, pero es fácil continuar porque nos dirigimos al molino que está a la derecha y luego volvemos de nuevo a la izquierda, al camino bien visible que asciende a Pastrana, pero antes debo mencionar que este molino, conocido como molino de los Vera, fue el último que estuvo moliendo de toda la Isla, concretamente hasta 1998.
Fondo del barranco. |
Molino de los Vera. |
En Pastrana ya hay carretera asfaltada hasta Playa Santiago, por lo que nos pareció conveniente terminar la caminata y bajar en coche.
Llegando a Pastrana. |
Ermita de Pastrana. |
La ruta fue corta, de unos 6,8 kilómetros aproximadamente, pero enriquecedora, gratificante y espectacular. La volvería a repetir en primavera.
CONSEJO:
No tengas prisa…disfruta y ve con ilusión.
BIBLIOGRAFÍA:
Plan
Director de la Reserva Natural Integral de Benchijigua:
http://www.idecanarias.es/resources/PLA_ENP_URB/LG/AD/G-01_Benchijigua/1015/TNP/pd_rni_benc_nu.pdf
Guía
geológica, página 184:
http://www.igme.es/LibrosE/GuiasGeo/garajonay_sp/184/
Sobre
los molinos de agua:
“MOLINOS
DE AGUA EN LA GOMERA” por Francisco Aguilar Ferraz, editado por El Excmo.
Cabildo Insular de La Gomera, en 2003
Páginas
254 y 258.